Octavio Romero conversó en las últimas horas con senadores de la 4T y, según pudo conocer LPO, reconoció que el bajo nivel de reservas demostrables de Pemex es el principal problema tanto para una mejora crediticia como para refinanciar la deuda de la petrolera con el pasivo más grande del mundo.

Actualmente la nota de Pemex está en B1, pero hace un mes las calificadoras cambiaron su perspectiva de estable a negativa, al considerar que no habrá cambios en el modelo de negocios. En un año la nota puede volver a caer.

El frente financiero de Pemex comienza a ser dramático. Tiene vencimientos de deuda a la vista por 8000 millones de dólares solo en 2023. La visita de Romero ayer al Senado confirma lo que el mercado ya descarta: el único camino posible que le queda es un rescate de la Secretaría de Hacienda.

Romero dice que si Pemex tuviera mayores reservas y mejores perspectivas en los yacimientos que opera, sería más fácil conseguir los recursos en el mercado para refinanciar la deuda.

Para tener en cuenta: algunos senadores mencionaron que Pemex podría alterar ciertos datos de sus yacimientos en un movimiento desesperado por lograr apoyo crediticio. Una jugada de muy alto riesgo en lo referido a la credibilidad de la empresa, que, por cierto, está en su nivel más bajo.

Cada semana el Estado mexicano recupera pozos y yacimientos que fueron explorados por privados y donde nada se encontró. Es el gran fiasco de la reforma energética de Enrique Peña Nieto. Se invitó a las petroleras más grandes del mundo pero sucede que la información de Pemex sobre el potencial de los campos licitados era, en su mayoría, errónea.

En privado Romero insiste en que su gestión ha sido exitosa en lo financiero pero que el problema fue el descalabro del gasto en Dos Bocas, obra que fue gerenciada por Rocío Nahle pero que se pagó con recursos de Pemex.

La situación es tan compleja que es el verdadero motivo de la permanencia de Romero en la dirección general: hace mes ya había acondicionado algunas instalaciones en Tabasco para operar en la política de su entidad. Planes que por ahora quedan en suspenso.