Como una advertencia, Andrés Manuel López Obrador puso su confianza en que su política energética no terminará con esta administración y podría replicarse de manera más fuerte después de 2024, con lo que descartó que Estados Unidos haya aplazado las consultas sobre el T-MEC para poder negociar con la siguiente administración.

"Va a ser muy probable que yo sea fresa en comparación a los que puedan quedar, mujeres o hombres, porque yo soy muy moderado, ¿no me ven?", aseguró el Presidente durante su conferencia de este jueves, al ser cuestionado sobre esta decisión que se tomó en torno a las consultas en materia energética por parte de Estados Unidos, lo que abrió la especulación de que se estaría apostando por negociar con la próxima administración, toda vez que la postura de la 4T se mantiene firme.

En ese sentido, López Obrador descartó esta hipótesis: "No tienen (en el gobierno estadounidense) intenciones de cambiar leyes porque no les corresponde, son leyes nuestras y somos un país independiente, libre, soberano".

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Agregó: "Ni nosotros lo permitimos, ni ellos han hecho un planteamiento en ese sentido, el presidente Biden es una persona respetuosísima de nuestra soberanía y no es hipócrita, no es un doble discurso de que me ponga eso en una carta y esté queriendo modificar la ley eléctrica de México".

En la lectura del mandatario, esta postura más bien es un "invento" de sus adversarios conservadores dentro del país. "Es increíble que sean más antimexicanos que los extranjeros", dijo.

Además, consideró que se trata de una "volada" pensar que se esté apostando por postergar esta discusión hasta después de las elecciones. "Imagínense cuánto falta y cuántas cosas van a pasar todavía, pensando hacia 2024. A lo mejor los conservadores están contando los días, 'ya se va a ir Andes Manuel' y va a venir alguien como lo de antes. No. Yo soy moderado, fresa, social-demócrata, centrista", dijo.

Las consultas sobre la política energética de México en el marco del tratado comercial se ampliaron más allá del 3 de octubre, que es la fecha en la que originalmente se debía haber tomado una resolución. De no haber un  resultado favorable para México, implicaría la instalación de un panel que determinaría y el riesgo de una sanción en materia arancelaria para las exportaciones.

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El argumento desde el gobierno estadounidense es que la política energética de López Obrador, que tienen una fuerte defensa por parte de la secretaria Rocío Nahle y el director de CFE, Manuel Bartlett, son discriminatorias para las empresas estadounidenses y violan el pacto comercial.

De acuerdo con fuentes citadas por agencias internacionales, ninguna de las partes ha querido intensificar este conflicto en medio de elecciones intermedias en Estados Unidos y un contexto económico tenso para ambas naciones por la inflación, por lo que se extendió la discusión, la cual ahora transcurre en medio de la renuncia de la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier.