
Los esfuerzos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no lograron revertir la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex) que al cierre de 2024 incumplió con las metas de producción, refinación y cerró con una pérdida de más de 190 mil millones de pesos.
De acuerdo con el reporte financiero de la empresa, publicado este jueves, la empresa cerró el último trimestre del año con una pérdida neta de 190.5 millones de dólares, que contrastan con la utilidad de 5.1 millones alcanzados en el cuarto trimestre de 2023. Se explica por aumento en el costo de ventas, el deterioro de activos fijos, costos por instrumentos financieros derivados y pérdida cambiara, entre otros gastos.
Además, la estrategia que impulsó la dirección anterior, a cargo de Octavio Romero, no logró revertir la declinación de la producción ni llegar a los objetivos de refinación, uno de los principales objetivos de la administración anterior. Vale decir que son dos temas que mantiene castigada su nota crediticia ante las principales agencias calificadoras.
A pesar de los diversos reproches que lanzó su ex director ante la pérdida de la nota crediticia, lo cierto es que la petrolera cerró el año anterior con una caÃda en su producción de hidrocarburos de 6.2% frente al 2023, promediando durante todo el 2024 1.7 millones de barriles diarios. Lejos de los 2 millones prometidos por el expresidente López Obrador.
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La petrolera sufrió además la transición del gobierno, pues en el último trimestre del año no alcanzó siquiera este promedio: la producción de hidrocarburos, incluyendo la de privados, promedió 1.6 millones, que significa un desplome de 10% frente al cuarto trimestre de 2023.
La empresa justificó el resultado por la declinación de campos marinos y la prolongación de tiempos en la terminación de pozos con alta complejidad. También señalaron que se presentaron retrasos en la instalación de infraestructura marina en el campo Xanab y en la planta de reducción de contrapresión del campo Quesqui, la suspensión de servicios crÃticos de barcos de proceso, el suministro de gas de bombeo neumático al campo Yaxché y condiciones climatológicas atÃpicas que impidieron la continuidad de las operaciones costa afuera.
En cuanto a refinación, la petrolera reportó un promedio de 786 mil barriles diarios, un aumento de 55 mil barriles al registrado en el 4T23, pero quedó por debajo de la meta de un millón de barriles diarios comprometidos por AMLO. El presidente impulsó durante su gobierno el objetivo de lograr la soberanÃa energética, lo que implicó una inversión de 105 mil millones en el sismta de refinación.
Pero como se sabe, Olmeca, en Dos Bocas, tomó más tiempo y recuersos del proyectado originalmente, cerrando el sexenio sin alcanzar ni de cerca la producción deseada, en tanto que quedaron pendientes proyectos de coquizadoras en Tula y Salina Cruz.
En materia de deuda, la administración anterior cumplió con su reducción, lo cual implicó el apoyo del gobierno federal por 136 mil millones de pesos. Para el cierre del año se ubicó en 97.6 mil millones de dólares, una reducción de 8.4 mil millones frente al 2023, pero que la mantiene como una de las deudas petroleras más altas.
Sumado, la petrolera carga con un alto pasivo a proveedores que si bien la nueva administración a cargo de VÃctor RodrÃguez aseguró ya se atiende desde este año, aún no queda claro el monto a pagar. El gobierno de Sheinbaum insiste en que aún está en revisión.
En conferencia con analistas, el equipo que ahora dirige RodrÃguez Padilla, aseguró que ya trabaja en una nueva estrategia, que incluye la definición de proyectos estratégicos e iniciativas que permitirán incrementar la refinación y la producción.
Incluyen también cambios en los esquemas financieros para la deuda comercial y de mercado, modificación del régimen fiscal, asà como reformas de Ley en materia energética.
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