La firma portuguesa Mota-Engil, una de las constructoras favoritas en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, especialmente en todo lo referido a obras de la Sedena, ahora busca acelerar sus inversiones en el negocio aeroportuario con el manejo de terminales estratégicas en el Pacífico como Tepic, Nayarit y Puerto Escondido.

Mota-Engil es operada en México por Javier García Bejos, empresario allegado al expresidente Enrique Peña Nieto y que logró generar una buena relación con la familia de López Obrador desde antes de que el tabasqueño llegara a la presidencia.

La empresa, además, ha recibido inversión de empresas constructoras auspiciadas por el gobierno chino, lo cual genera malestar en Estados Unidos.

En plena tensión por el veto estadounidense a la fusión Delta-Aeroméxico, la aparición de esta compañía en el segmento aeroportuario podría ser un inconveniente en Washington. En la Embajada de EU en CDMX aseguran que ya se les ha manifestado a diversos funcionarios la necesidad de evitar la presencia china en sectores estratégicos.

Para la diplomacia estadounidense sería problemático, por ejemplo, si esta compañía comenzara a incursionar en Pemex. En Brasil Mota-Engil tiene contratos millonarios con Petrobras.

La empresa cuenta actualmente más de 200 proyectos a nivel internacional donde, además de aeropuertos, aparecen la construcción de puertos, vías férreas y grandes obras de vialidad. Está involucrada en la construcción de líneas de metro en Monterrey y Guadalajara y participó de la obra del Tren Maya.