Andrés Manuel López Obrador anunció hoy lunes que Aeroméxico tendrá 36 frecuencias diarias en el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles hacia finales del 2022. Pero desde el entorno presidencial aseguran a LPO que el Gobierno espera de la aerolÃnea controlada por Eduardo Tricio por lo menos 70 vuelos por dÃa.
Ese número hoy prácticamente imposible para una aerolÃnea que acaba de concluir un proceso de bacarrota en un juzgado de Nueva York y que necesita apremiantemente reestablecer su caudal de vuelos internacionales hacia Estados Unidos, que es el segmento donde tiene su mayor fortaleza.
Es un choque de necesidades. El Gobierno precisa 130 vuelos diarios en el AIFA para comenzar a acercarse al retorno de su inversión. Por eso el presidente presiona tanto a Tricio: necesita que su empresa ponga al menos la mitad de esos vuelos.
La relación entre el presidente y Tricio es compleja. Cuando la pandemia empujó a Aeroméxico al abismo el Gobierno negó cualquier tipo de rescate pero le concedió contratos por más de 70 mil millones de pesos, nada muy distinto a lo que sucedÃa en el sexenio anterior. A eso se agrega la posibilidad de pagar el combustible de Pemex y ciertas cuestiones fiscales con gran flexibilidad. Por eso López Obrador asume que su administración ya rescató a Aeroméxico y ahora espera una contraprestación.
Desde la compañÃa el ánimo es similar. Allà entienden que le hacen un favor al Gobierno ofreciendo vuelos desde el AIFA que es muy difÃcil que sean rentables y además culpan a la actual administración por la rebaja en la nota de seguridad aérea que emitió el regulador de EU y que es lo que le impide a Aeroméxico retomar las frecuencias hacia el paÃs vecino.
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