El vicepresidente de Estados Unidos James David Vance lidera un ala del gobierno de Donald Trump que quiere incluir un capitulo de seguridad en la nueva renegociación del T-MEC. Asà lo confirman a LPO desde la embajada mexicana en Washington.
Vance cree que es imperativo incluir las cuestiones de seguridad para que el Gobierno de Claudia Sheinbaum tenga la presión permanente de esgrimir una polÃtica de confrontación hacia el crimen organizado. Lo secundan en esta tesis la fiscal general Pam Bondi, la secretaria de Seguridad Interior Kristi Noem y el subdirector de PolÃtica de la Casa Blanca, Stephen Miller.
El cálculo también es polÃtico: estos funcionarios están convencidos de que arremeter contra México es un vehÃculo directo para congraciarse con las bases del Partido Republicano.
El mecanismo que impulsa Vance contempla que México sea destinatario de represalias en caso de no cumplir ciertas metas de seguridad acordadas en la renegociación del acuerdo comercial.
Marcelo Ebrard rechaza esa idea y ya busca maniobrar frente a esta demanda para lo cual busca respaldo del secretario de Estado Marco Rubio y del secretario del Tesoro Scott Bessent.
El secretario de EconomÃa entiende que hasta que Washington no tenga la capacidad de contener el flujo de armas que llegan a México por la frontera, para ser utilizada por los cárteles, Estados Unidos no está en condiciones de presionar excesivamente a México.
"Es curioso, ellos dicen que los cárteles son organizaciones terroristas pero las armas que utilizan se venden en Estados Unidos, el flujo de fentanilo hacia el norte bajó mucho, pero las armas siguen llegando", susurran en la SecretarÃa de EconomÃa.
La retórica de Vance contra México no es algo novedoso. El pasado marzo en una gira por la frontera habló de "narcoestado", ha dicho que México le quita trabajos al pueblo estadounidense y está a favor de las deportaciones masivas.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.