
La incursión de Carlos Slim a Washington DC, con Francisco Cervantes casi como su secretario particular, y con motivo del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no tuvo resultados los resultados esperados.
Slim viajó a Estados Unidos con el objetivo de mostrar agenda y capacidad de cabildeo entre el gobierno republicano y Claudia Sheinbaum. El mandamás de América Móvil llegó incluso a barajar la posibilidad de tener una foto con Trump, o al menos con su primer cÃrculo. También esperaba estar invitado a las principales galas organizadas por el nuevo presidente.
Pero nada sucedió, las postales que logró el hombre más acaudalado del paÃs fueron en espacios comunes o en galas no oficiales, como la del pasado fin de semana, que tuvo una organización desastrosa.
Slim se mostró con el secretario de Defensa Pete Hegseth, confirmado por apenas un voto del Senado, con el productor Eduardo Verástegui y con el segundo del Departamento de Estado, Christopher Landau, que es el principal enlace por estas horas con el canciller Juan Ramón De la Fuente.
Slim no logró estar en el interior del Capitolio para la toma de protesta de Trump y, desde ya, se suspendió cualquier tipo de mensaje o comunicado desde Washington. El magnate querÃa regresar a México y dar una conferencia sobre como negociar con Trumo, similar a lo que hizo en 2017. Pero no podrá ser.
Lo peor del viaje llegarÃa hacia el fin de semana, cuando Ellon Musk sugirió en su red social X que la fortuna de Slim tiene origen un inconfesable. No solo no hubo nada que presumir, sino que el empresario más allegado a Trump lo defenestró públicamente.
En definitiva, se confirma la constante de los últimos meses de Slim: sus apariciones públicas suelen se run tanto desastrosas, como la conferencia de prensa que dio el año pasado y que, de lo mal planificada que estuvo, tuvo lugar hasta un problema familiar.
Lo mismo se repitió ya después del triunfo de Sheinbaum, cuando Slim se desvivió por estar cerca de la presidente llegando a situaciones que no corresponden a un hombre de su dimensión, como tener que pedirle a Cervantes que el CCE le entregue un premio.
La jugada de Slim en EU tuvo inconvenientes desde el primer minuto y no solo por el antagonismo de Musk. En todos los ámbitos donde él no pudo estar, sà estuvieron actores que no lo ven con buenos ojos, desde Rupert Murdoch hasta un tÃmido, casi sigiloso, Luis Videgaray.
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