El secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O atraviesa una semana decisiva. Este lunes se hizo oficial el regreso de la subsecretaría de Ingresos que había sido eliminada como tal por Andrés Manuel López Obrador. El secretario busca ubicar allí un aliado que marque el inicio de una mayor influencia en el rumbo económico.

El secretario casi no ha podido nombrar funcionarios en el sexenio actual y eso ha generado una ola de especulaciones sobre su salida. En su entorno esperan que el regreso de la subsecretaría implique la confirmación de una mejor sintonía entre Ramírez de la O y Claudia Sheinbaum.

Debe decirse: si el secretario no obtiene la conducción de esa nueva posición, volverán con fuerza los rumores sobre su salida. La semana pasada se volvió a mencionar en Palacio que el subsecretario de Hacienda, Edgar Amador, estaba entrevistando perfiles para designaciones en la banca de desarrollo, siempre en el supuesto de que reemplazaría a Ramírez de la O. A esas reuniones habían llegado profesionales recomendados por Andy López Beltrán.

El momento favorece al secretario. La semana pasada el Gobierno realizó su tercera colocación exitosa de deuda por 28.000 millones de pesos. En paralelo, el tipo de cambio, que es un factor que obnubila a la presidente, se mantiene bajo control pese a la incertidumbre que llega desde Washington.

Ramírez de la O cree que existen condiciones en el mercado financiero global para contener el valor del peso, especialmente por los flujos de capitales y por la política de tasas de interés de Banxico. De momento su estimación resiste y de allí su cercanía con Sheinbaum.