
Alfonso Romo realizó un esfuerzo para conseguir que la nueva empresa estatal, LitioMX, quedara bajo la órbita de la SecretarÃa de EconomÃa, dependencia que controla a través de Tatiana Clouthier pero, fundamentalmente, del subsecretario Héctor Guerrero, un funcionario con poco predicamento en las principales centrales empresarias.
Para tal fin el dueño de Vector buscó intensamente a Adán Augusto López Hernández, con quien ha desarrollado cercanÃa desde que perdió terreno en el entorno directo de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo nada pudo torcer la voluntad presidencial de que la nueva firma opere en la Sener, de RocÃo Nahle.
Romo incluso le intentó mencionar esta cuestión al presidente hace dos fines de semana en el hotel Ambassador del centro de Monterrey pero el tabasqueño rechazó de plano cualquier injerencia de Romo en el negocio del litio.
Otro detalle: Romo hizo incluso un intento por conformar un consejo de administración en LitioMx pero rápidamente desistió cuandio le dijeron que habrá consejo pero que esas posiciones no serán remuneradas.
Debe decirse: Nahle tiene una opinión muy compleja sobre los roles y las funciones de Romo en la 4T. A Clouthier directamente la asume como una funcionaria con poca preparación para la responsabilidad que tiene a cargo. Nada personal.
El argumento de Romo era que LitioMx, al tratarse de una empresa ligada ineludiblemente al bloque económico del T-MEC, era mejor que permaneciera en EconomÃa. Sus rivales en Palacio Nacional alegan que en realidad habpia algún tipo de interés interpuesto por parte de Grupo México. Y es que Romo ha desarrollado un gran vÃnculo con la familia Larrea en el transcurso del sexenio actual.
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