De cara a la ronda de negociaciones que empezarán México y Corea del sur rumbo a un nuevo tratado comercial, expertos advierten que en términos de reducir el déficit comercial entre ambos países es limitado y, en ese sentido, se entiende su importancia más como una estrategia de acotar la presencia de China.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, que encabeza Tatiana Clouthier, la primera ronda de negociaciones tendría que iniciar en la primera mitad del año, tras un primer acercamiento en marzo entra los encargados de comercio de ambos países, Tatiana Clouthier y Han-Koo Yeo, remontando un proyecto que se ha puesto sobre la mesa desde haca más de diez años.

El problema, advierten expertos en diálogo con LPO, es la desproporción en desarrollo tecnológico y productivo entre ambos países, detonando un desequilibrio comercial que pocas chances tendría de reducirse con este acuerdo, por el contrario, algunos sospechan que lo ampliaría.

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"Para que funcione un tratado comercial debe generarse una optimización entre mercados, no debe haber competencia, o si hay, que sea mínima. Debe generarse una complementación económico productiva, ya sea agrícola, industrial o de servicios y, por lo tanto, esto nos debe de llevar -y aquí está lo más importante- a la creación de comercio", explicó Ignacio Martínez Cortes Coordinador de LACEN-UNAM.

Por su parte, Daniel Chiquiar, académico del ITAM y ex directivo en Banxico, considera que no todo está perdido, pues podría ayudar a la diversificación en ambos países. "En esas condiciones, considero que sí puede hablarse de que se amplía el comercio", aseguró. Claro, eso dependerá mucho de los productos que logren ponerse en la mesa de negociación, dijo.

Si bien Corea tiene más chances de ganar en los productos que venda a México, consideró que para el país será también una oportunidad muy importante en términos de ganar competitividad en las exportaciones, por los insumos coreanos que se adquieran para producción local.

"Pensaría que las posibilidades de crear comercio podrían ser mayores que las que pudieran existir de desviación de mercado", apuntando que, para él, el valor de un acuerdo comercial no radica en las ventajas competitivas, sino en crear comercio, una chance que también podrá observarse una vez que se normalice el mercado global.

Cuartoscuro

Pero en vía contraria, el experto en relaciones internacionales de la UNAM, el mayor problema para México es que no existe una oferta exportable, dirigida y construida estrictamente para el mercado coreano y crearlo tarda al menos cinco años. Además de que en algunos sectores claves, más bien compiten, como es el textil, electrónico, entre otros.

Por el contrario, Corea sí encuentra amplias opciones en México, lo que ampliaría las oportunidades para ese país, incluso en impulsar más su empleo y a través de los incentivos fiscales que tendría, de acuerdo con experto. 

"En México no tenemos un mercado interno para proveer a mercados como el coreano, que está inmerso en una producción de alto valor agregado tecnológico, y puede haber algunas empresas, pero son trasnacionales o hay un compromiso con Estados Unidos. México no tiene una nueva oferta exportable para proveer la nueva demanda tecnológica que requiere Corea", dijo. 

En ese contexto, Martínez Cortés considera que este tratado solo se entiende como "una expresión geopolítica donde entra Estadso Unidos para poder acotar la presencia de China", un discurso al que López Obrador se ha sumado, como lo mostró de frenta a la Cumbre de las Américas, donde promovía la integración regional para hacer frente a la escalada comercial de dicho país.