Ni el presente ni el futuro inmediato de la economÃa mexicana muestran señales firmes de mejora. El Sistema de Indicadores CÃclicos (SIC) del INEGI, publicado este viernes, confirma un estancamiento prolongado.
En julio, el indicador coincidente, que refleja la situación actual de la economÃa, bajó 0.06 puntos para ubicarse en 99.5, por debajo de la tendencia de largo plazo. En tanto el indicador adelantado para agosto, que anticipa posibles giros, subió 0.21 puntos y alcanzó 100.4, un avance ligero que no alcanza a revertir la falta de dinamismo.
Con la inversión en caÃda y el consumo estancado, los motores del PIB se debilitan en julio
Casi todos los componentes del indicador que refleja la situación actual de la economÃa mexicana siguen débiles. La actividad industrial y el comercio al menudeo muestran retrocesos, mientras que el empleo formal se mantiene sin fuerza suficiente para impulsar un cambio de rumbo. Las importaciones, que reflejan parte de la demanda interna, apenas repuntaron, y la tasa de desocupación urbana registró un deterioro en su desempeño cÃclico.
El indicador adelantado se mantuvo por encima del umbral de 100 gracias al repunte de los mercados financieros, tanto en la Bolsa Mexicana como en el Ãndice S&P 500 en Estados Unidos. Sin embargo, otros componentes clave del Ãndice, como la confianza empresarial y el empleo en manufacturas, permanecen frágiles. Además, factores como las tasas de interés elevadas y la evolución del tipo de cambio real siguen actuando como frenos.
La lectura conjunta de los dos indicadores es la de una economÃa en pausa. No hay señales claras de recesión, pero tampoco de recuperación sostenida. La segunda mitad del año arranca sin motores sólidos y con la incertidumbre de hasta cuándo podrá sostenerse la narrativa oficial de crecimiento frente a los datos que apuntan a una realidad mucho más plana.
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