El sexenio de Andrés Manuel López Obrador sí tendrá crecimiento. Al menos es la apuesta que hace el presidente en su última conferencia de 2022, quien dice que "al menos será de 1%", lo que resulta un ajuste importante de su proyección original. 

"No vamos a tener crecimiento cero", dijo esta mañana de viernes, al hacer un balance en materia económica durante este año, en que se vieron ya signos de recuperación tras la crisis. "Vamos a tener crecimiento, aunque sea de un poco más del 1% anual durante nuestro gobierno", estimó.

Defendió que este pronósticoo no debe leerse "como poca cosa" si se considera que en 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo el desplome más fuerte desde 1932, a una tasa anual de 8.5%, luego de las medidas restrictivas a nivel mundial y en el país por la pandemia de Covid-19.

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Esta es la tercera ocasión que el presidente hace un ajuste a la estimación de crecimiento económico. Previo al arranque de su gobierno llegó a prometer que su sexenio tendría un avance de 6%, y ya en Palacio Nacional ajustó a 4%, en un escenario donde nadie podía pronosticar la pandemia ni las tensiones geopolíticas que sucederían años después.

Ahora, López Obrador explica que ese crecimiento económico para todo su sexenio -que desafía algunos de los pronósticos más pesimistas en el mercado- será posible si se sostiene el crecimiento de 3% en el resto de años de su sexenio.

Al menos para el cierre de 2022 se prevé que sí se alcance ese crecimiento. En días anteriores el mandatario dijo que esperaba un crecimiento entre 3.2 y 3.5%, ahora señaló que la tasa anual será "de por lo menos" 3%, lo cual se ajusta con expectativas en el mercado, que en el último tramo del año revisaron al alza sus proyecciones.

En su revisión anual, López Obrador destacó indicadores económicos como la creación de empleos, que de acuerdo con el IMSS este año sumó un millón de puestos, aunque en diciembre se perdieron 300 mil, que se prevé se recuperen en enero; también destaca el crecimiento de remesas, que se prevé que ronden los 60 mil millones de dólares al cierre del año; la inversión extranjera directa, en más de 30 mil millones y un peso que durante su sexenio afirma que se apreció en 4.6%.

En ese escenario, señaló que el reto que mantiene su gobierno es el de contener la inflación, aunque presumió los resultados de la estrategia para evitar que se disparen los precios de energéticos.

El debate ahora gira en torno a lo que ocurrirá en el resto del sexenio. López Obrador dijo que para lograr ese crecimiento de "al menos 1%" tiene que haber crecimiento similar -de 3%- en 2023 y 2024, pero en el mercado es contundente el consenso de que, al menos para el año próximo, habrá una marcada desaceleración.

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Este pronóstico se apoya en que, en una economía que enfrenta altas tasas de interés, inflación y aun choques por la pandemia y la guerra en Ucrania, hay riesgos importantes de recesión, principalmente en Europa. En Estados Unidos la Reserva Federal también prevé un menor crecimiento económico para ese país, lo que también se relaciona con el fin de los estímulos económicos. 

Ese escenario se prevé que arrastre a la economía la mexicana, principalmnete por la parte de exportaciones, que ha sido clave para la recuperación este año, y así, las estimaciones para el año que está por entrar, rondan el 1%, lo que pone en riesgos el pronóstico de esta mañana desde Palacio. Eso, sin dejar de señalar que en las encuestas de Banxico las expectativas de crecimiento para 2024 tampoco se observa una expectativa por arriba del 2%.