Otro frente comercial podría abrirse para México desde Estados Unidos. Ahora es el maíz transgénico lo que está en el blanco y las restricciones impuestas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que ya genera amplias críticas entre el empresariado estadounidense y la exigencia de acudir a consultas en el marco del T-MEC.

Fueron los republicanos Chuck Grassley y Joni K. Ernst quienes ya enviaron la solicitud a la representante comercial Katherin Tai para iniciar este proceso con México, pues están convencidos de que el decreto de López Obrador por prohibir las importaciones de este tipo de maíz es contrario a lo acordado en el marco comercial.

Vale señar que ambos legisladores son de Iowa, que es el estado con mayor producción de maíz en dicho país, con una exportación a México que ronda las 16 millones de toneladas. Ambos argumentan que esta medida traerá "graves efectos" en los agricultores.

Sus argumentos también son apoyados por un estudio de World Perspectives, Inc., que asegura que concluye que, de prosperar esta medida, significaría que en un periodo de diez años "haría que la economía estadounidense perdiera 73,890 millones de dólares en producción económica, y el Producto Interior Bruto (PIB) se contraería en 30,550 millones de dólares".

Pese a los reclamos desde EU, AMLO rechaza levantar prohibición de maíz transgénico

El decreto fue firmado en 2020 e indica que para el 2024 debe estar eliminada la entrada del maíz biotécnico, con el fin de impulsar el desarrollo del maíz criollo, cuyo cultivo es original de México. Además, el gobierno ha declarado que podría buscar maíz no modificado de Brasil y Argentina. La iniciativa ha generado mucho enojo desde su anuncio, por lo que los agrícolas estadounidenses tienen meses reclamando al gobierno de Joe Biden actuar al respecto.

Desde marzo de 2021 el ruido comenzó a crecer, luego de que alrededor de 30 asociaciones firmaran una solicitud al secretario del Departamento de Agricultura, Thomas Vilsack, y a la representante de Comercio, Katherine Tai para interceder sobre este decreto.

López Obrador respondió por esos días de manera tajante que no habría ningún cambio, a pesar de la presión. "Es la misma política: procurar producir en México lo que consumimos, que no tengamos que comprar maíz, que no tengamos que comprar frijol, arroz", dijo en una de sus conferencias mañaneras.

De concretarse este frente, se sumaría a las revisiones que actualmente ocurren en materia energética y que lograron ser aplazadas, luego de que el tiempo estipulado terminaba este noviembre. En el mercado ven chances de evitar el panel, última instancia de no resolverse el caso en las mesas de diálogo, pero de ser así, hay una proyección pesimista sobre el resultado para México, que resultaría en millonarias sanciones vía aranceles.