Aunque no hay leyes que prohÃban la participación de empresas extranjeras en el mercado de generación de electricidad en México, existe un bloqueo institucional a través de permisos negados, demorados o suspendidos.
Es lo que en el mundo del comercio llaman "barreras no arancelarias" y una de las cartas de negociación que el gobierno de EU puso sobre la mesa al pausar por 90 dÃas la imposición de los aranceles.
En conversación con LPO, Federico Muciño GarcÃa, director general de la consultora en compra de energÃa EPSCON, explicó que si bien los trámites para generar electricidad en México nunca fueron simples, desde 2018 se volvieron prácticamente imposibles: "Incluso en contextos de alta demanda de energÃa, hubo un freno total", señala. El Gobierno priorizó el papel de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), limitando al sector privado, incluso en proyectos de autoconsumo en los que las empresas "prometÃan no inyectar ni un megavatio a la red".
El interés internacional en este sector es alto. De acuerdo a Muciño hasta 2017 las subastas eléctricas atraÃan a empresas extranjeras. A partir de 2018, esto se pausó y hasta algunas compañÃas que ya habÃan construido parques quedaron en pausa por falta de autorizaciones, lo que generó litigios internacionales.
Un informe reciente de la Oficina del Representante Comercial de EU (USTR) advierte sobre polÃticas que favorecen a la CFE y dificultan la entrada de nuevos jugadores. Entre ellas, menciona el retraso o rechazo injustificado de permisos, y la reforma de la ley que obliga a que la CFE tenga mayorÃa en proyectos de inversión mixta.
Por un tema de practicidad, el coordinador del área de energÃa del IMCO, Óscar Ocampo, ve operativamente más probable que empiecen a autorizar los permisos de generación eléctrica, antes de que vuelvan a modificar una ley que reformaron hace pocos meses.
RadiografÃa del mercado eléctrico mexicano
Actualmente, México tiene una capacidad instalada de más de 87,000 megavatios. La CFE controla poco más del 51%, y el resto está en manos de productores privados, nacionales e internacionales, como Mitsui, Cox Energy, Buffalo Energy y Grupo México.
Para 2022, un 66.6% de la electricidad se genera a partir de generación térmica con uso de combustibles fósiles. El resto de la capacidad se repartÃa en hidroeléctrica (14.5%), eólica con 8%, fotovoltaica el (7.3%), nuclear con el (1.8%), geotérmica el (1.1%) y el (0.5%) restante corresponde a diversas tecnologÃas de generación eléctrica que utilizan BioenergÃa como insumo principal.
La transmisión y distribución de esa energÃa sigue bajo control casi total de la CFE, lo que limita la participación privada.
Si el gobierno mexicano comienza otorgar permisos, se abrirÃa una ventana importante para la inversión extranjera, sobre todo en renovables.
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