
Desde finales del 2024 Armando Garza Sada, uno de los propietarios de Grupo Alfa y hasta hace unos pocos meses su principal ejecutivo, respaldaba fuertemente a Claudia Sheinbaum, aún en aquellos entornos empresariales en donde Morena genera resquemor.
El ejecutivo trazaba el perfil de la actual presidente como el de una técnica preparada, inmersa en grandes tendencias globales y comprometida con la inversión privada.
A partir de esta tesis fue que Garza Sada, durante la campaña presidencial, organizó al menos dos encuentros entre Sheinbaum y los principales empresarios de Nuevo León. La cercanÃa se mantuvo durante la transición.
Pero, a menos de un mes de iniciada la nueva administración, el predicamento de Garza Sada sobre sus pares se encuentra golpeado. El corolario fue ayer lunes cuando ni la presidente ni el secretario de EconomÃa Marcelo Ebrard aparecieron en Monterrey para uno de los principales foros del sector industrial.
Cerca del magnate dijeron que en realidad nadie del Gobierno quiso aparecer para evitar estar cerca del gobernador Samuel GarcÃa que atraviesa un momento de inestabilidad polÃtica. Pero el argumento no fue demasiado convincente.
La reforma judicial se ha vuelto un obstáculo difÃcil de superar. Garza Sada decÃa en la transición que Sheinbaum podrÃa moderar los aspectos más dramáticos de lo aprobado por Andrés Manuel López Obrador, pero de momento el Gobierno no da la menor señal de querer alcanzar matiz alguno. O más bien, es un mensaje que aparece pero que nunca alcanza la realidad en el trámite legislativo.
Ayer lunes las quejas principales eran con Ebrard, que siempre fue para los industriales su primera opción en el morenismo y que ahora lo observan en una dinámica discursiva que no varia demasiado de los legisladores más ultras del oficialismo.
La animosidad del empresariado regiomontano con Morena ha crecido de modo considerable. El senador Waldo Fernández, habitualmente bien recibido en el cÃrculo empresarial, fue destinatario de duras quejas de modo directo por la reforma judicial y cuando organizó encuentros con titulares de cámaras para aterrizar las observaciones el clima también fue hostil.
Los industriales también señalan dos asuntos urgentes. El primero es el sigilo casi absoluto del secretario de Hacienda Rogelio RamÃrez de la O, que guarda un silencio total sobre la reforma y que hace dos semanas le insumió largas reuniones en Nueva York para evitar un destino que el mercado ya comienza a descontar: la baja en la calificación crediticia.
El otro asunto, que concita cada vez mayores coincidencias, es la ventaja que tendrÃa Donald Trump en el tramo final de la elección de EU - hoy martes advertido por el semanario The Economist -, y cómo un triunfo de los republicanos impactarÃa en una relación bilateral que tiene varios interpretes listos para un triunfo demócrata pero que exhibe incertidumbre si el resultado no acompaña.
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