Italika, propiedad de Grupo Salinas, se ha convertido en una referencia ineludible en la movilidad de las ciudades mexicanas. En conversación con LPO, el CEO de la firma, Alberto Tanus, analiza el crecimiento de la compañÃa en sus primeros 20 años de historia y traza el horizonte de las próximas metas a conseguir.
¿Cuál serÃa la idea matriz para el inicio de Italika, hace ya 20 años?
El primer hito es la concepción, la concepción de querer darle acceso a un medio de transporte propio, seguro, eficaz a millones de personas que tenÃan una necesidad insatisfecha, comprender que existÃa una necesidad latente y potente, una necesidad enorme.
¿Cómo fue el inicio de las operaciones?
Muy desafiante, pero habÃa que echarlo a andar. La primera importación, la primera orden de compra, entender que no sólo puedes ser importador de productos como éste, de hecho, desde Grupo Elektra hemos importado muchas cosas, teles, lavadoras, pero las motocicletas implican todo un servicio de postventa que los otros productos no y eso fue algo que debimos desarrollar, actualmente tenemos 1000 centros de servicio postventa.
¿En ese entonces se hace evidente que Italika demandarÃa un proceso propio? ¿Más independiente de Elektra?
Si especialmente cuando tuvimos que ocuparnos de las refacciones, suena simpático, pero a veces me decÃan que no podÃan reparar 20 unidades porque faltaban piezas. Asà entendimos que Italika debÃa ser una empresa independiente, debÃa tener procesos totalmente distintos porque ya era un producto que requerÃa de servicio postventa, de refacciones, de distribución; Elektra tiene una distribución muy potente, pero no una del tipo que Italika necesitaba.
¿Cuál serÃa la principal diferencia?
Italika no podÃa vivir de un sólo canal, sino tener el propio, esto nos llevó a abrir la red de distribuidores, que mucha gente ha de conocerlos tenemos más de 500, donde además tienes el paquete completo de tu Italika, tu servicio y tus refacciones. También le vendimos a tiendas de autoservicio, fue un hito también para las motocicletas, no se vendÃan en supermercados, ahora se venden cientos de miles de unidades en supermercados.
Ahora tenemos una nueva ensambladora en Guadalajara, empezamos con una lÃnea de producción y ahora son seis, pero esta expansión es diferente porque nos lleva a dos nuevas lÃneas de producción fuera de la fábrica que tenemos en Toluca.
Esto nos demuestra nuestra capacidad para implementar dos lÃneas de producción fuera de Toluca en tiempo récord, nuestra primera lÃnea nos tomó muchÃsimo tiempo, pero hacer una cadena de producción fuera de nuestra planta nos tomó entre 4 y 5 meses, es un hito porque nos está dando la flexibilidad de abrir más lÃneas de producción.
Además, nos da más accesibilidad, porque las piezas importadas y desarmadas nos permite una eficiencia de logÃstica para que esta planta de Guadalajara esté abasteciendo el mercado local de Guadalajara y el norte del paÃs, te ahorras mucho gasto logÃstico por mover motos armadas desde Toluca hacia el norte, nos permite seguir con la misión que tenemos.
¿La idea es abrir más lÃneas de producción dentro de México o hacia el exterior?
Son nuevas lÃneas dentro de México, lo estamos pensando en el sureste porque tenemos Toluca con el puerto de Lázaro Cárdenas, Guadalajara con el puerto de Manzanillo y ahora buscamos atender la parte del sureste. No te lo puedo confirmar, pero nos gustarÃa que esta ensambladora del sureste pueda ser la exportadora que atienda nuestra presencia en Centroamérica en paÃses como Guatemala y Honduras.
¿La dinámica social en el sureste encaja mejor con uso de la motocicleta?
El sureste, histórica y culturalmente es la zona donde más se usa la motocicleta; es cultural y climatológico, donde menos se usa es en el norte por el clima y porque se importan muchos vehÃculos de la frontera. La geografÃa y la forma entre los poblados, por ejemplo Huimanguillo a Villahermosa te toma la mitad de tiempo cuando vas en una moto que cuando iban a bicicleta, además estos caminos son muy planitos, muy aptos para usar una Italika.
¿Cómo analiza el sector de motocicletas en México ante posibles retos de la macroeconomÃa?
Es una necesidad latente y potente, pero en crecimiento. La gente cada vez se da más cuenta de la versatilidad y funcionalidad de una Italika, esto tiene que ver con el asunto cultural, eso ha mejorado mucho a que haya más mercado.
El sector también es muy elástico, pero ante los impactos que ha sufrido esta industria ha prevalecido la fuerte demanda y nosotros nos hemos mantenido en crecimiento todos los años incluso en los embates exógenos, por ejemplo, la devaluación cambiaria, aún asà ha habido crecimiento.
Además del tema de la movilidad, ¿cuál es otro del impacto general que tiene una marca como Italika?
El menos platicado, aunque de los más potentes y menos medibles, que es la libertad, la sensación de libertad que se siente en una Italika es difÃcil de medir pero existe. Yo soy motociclista, manejo una Italika y cualquier persona va a llegar con una sonrisa a su casa, además de que haces mucho menos tiempo.
Muchos lo disfrutan con el placer de tener acceso a la libertad. Cuando tú tienes una población coartada en su movilidad porque no tiene acceso a un vehÃculo automotriz y su única forma de transportación es el transporte público... tantas cosas que le pasa a la gente en el transporte público y eso no es libertad.
La otra sà es medible, 23 a 25 dÃas al año se ahorra una persona que maneja una Italika, casi tienes un mes más. Tú tendrÃas tu mes Italika, harÃas más cosas... cuando le das la libertad a alguien que iba en transporte público, hay otras zonas donde no hay transporte público, camina, van en bicicleta o piden un levantón, eso no es libertad tampoco.
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