Fitch Ratings anunció una mejora en la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos. La calificadora subió la nota de Pemex de BB a BB+ y cumplió la observación positiva que mantenÃa desde hace meses. Con este movimiento, la petrolera estatal mexicana se ubica apenas un escalón por debajo de la calificación soberana del paÃs, lo que refleja un vÃnculo cada vez más estrecho entre la empresa y el gobierno federal. La perspectiva quedó en estable.
El cambio se dio después de que Pemex concretara una operación de recompra de deuda por 9,900 millones de dólares. Se trató de una oferta sobre ocho series de bonos que fue financiada directamente con recursos del gobierno mexicano. Para Fitch, esta transacción mostró un apoyo más decidido del Estado hacia la empresa y puso en evidencia que, en la práctica, Hacienda comparte techo de endeudamiento con la petrolera. Esa relación más directa explica por qué Pemex ahora solo está un nivel abajo de la nota soberana, cuando hasta ahora estaba a dos.
Fitch ajustó su evaluación de la supervisión estatal de fuerte a muy fuerte y elevó el puntaje de soporte gubernamental, lo que llevó al alza en la calificación.
El largo camino de Pemex para mejorar su nota pese al esfuerzo de reducir su deuda
Pese a la mejora, la calificadora remarcó que Pemex sigue enfrentando graves problemas financieros. Su perfil de crédito individual se mantiene en el nivel más bajo, CCC, por la debilidad operativa, la presión en liquidez, la caÃda de la producción y las pérdidas en refinación.
Al cierre de junio, la deuda total alcanzaba 98,800 millones de dólares, con intereses trimestrales que consumen más de la mitad del EBITDA- la ganancia operativa de una empresa antes de descontar intereses, impuestos y amortizaciones, mostrando su capacidad real de generar caja con su negocio-. Aun con el alivio del canje, la relación deuda/EBITDA seguirá por arriba de 15 veces, muy por encima de otras petroleras estatales de la región.
Fitch también advirtió que la falta de inversión en exploración y mantenimiento seguirá deteriorando la operación. Los incidentes en refinerÃas y plataformas, sumados a la decisión del nuevo gobierno de frenar la producción de crudo y priorizar la refinación, generan más presión sobre las finanzas. La caÃda en el desarrollo de nuevos campos petroleros hace que el gasto en exploración sea uno de los principales riesgos.
Pemex y CFE relajan controles: el costo de la austeridad
Aun asÃ, Fitch insistió en que el respaldo del gobierno mexicano es la pieza clave. El apoyo financiero proyectado para 2025 asciende a 6,700 millones de dólares y para 2026 a 13,500 millones. Si ese respaldo se mantuviera, Pemex podrÃa seguir cumpliendo sus compromisos, aunque la calificadora dejó claro que cualquier debilitamiento en la voluntad estatal o una baja en la calificación soberana podrÃa arrastrar de nuevo la nota de la empresa.
Con este ajuste, Pemex se ubica en lÃnea con Ecopetrol de Colombia y por encima de Petroperú, pero sigue rezagada frente a Petrobras de Brasil y ENAP de Chile, que gozan de estructuras financieras más sólidas. Fitch concluyó que Pemex, por sà sola, estarÃa muy por debajo de ese nivel, pero el apoyo de la administración mexicana cambia el panorama y sostiene su calificación.
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