
El secretario de Hacienda Edgar Amador Zamora sigue en busca de expandir su área de influencia en diversos sectores del Estado, ambición que de momento no consigue siquiera al interior de la SHCP, donde no ha logrado designar a un colaborador de su confianza como subsecretario, cargo que quisiera para su economista en jefe, Rodrigo Mariscal.
Amador, una figura de confianza absoluta de Claudia Sheinbaum, lleva semanas buscando controlar el SAT, situación que de momento no avanza por el respaldo que tiene Antonio MartÃnez Dagnino en la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Situaciones similares se extienden a la banca de desarrollo y diversos organismos reguladores como la CNVB y la UIF. Amador lleva tres meses en el cargo y la imposibilidad de hacer designaciones afecta su credibilidad en diversos cÃrculos del mercado.
Ese vacÃo en la toma de decisiones domina diversas especulaciones al interior del gabinete, al punto que el exsecretario de Hacienda Rogelio RamÃrez De la O, que sigue realizando algunas asesorÃas puntuales a la presidenta, también estarÃa recomendando personal para el equipo económico.
La llegada de Hugo Aguilar como próximo presidente de la Corte Suprema le ofrecerÃa una nueva oportunidad al secretario de Hacienda: la administración de todos los recursos del Poder Judicial, un cargo contemplado en la reforma y que tiene una duración de quince años.
Se trata de una posición central que era ambicionada por Marti Batres, en caso de que su hermana Lenia obtuviera la presidencia de la Corte y también por Adán Augusto López Hernández, que buscaba un acuerdo con Yasmin Esquivel para ubicar a una persona de su confianza.
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