Los mercados asiáticos tienen por estas horas su mayor desplome desde 1987: según la agencia Bloomberg, en 48 horas se han perdido los rendimientos de los últimos dos años. Una crisis generada por datos de empleo en Estados Unidos que dan cuenta de un ambiente potencialmente recesivo y por los balances de las grandes tecnológicas que han arrojado resultados peores de los esperados.

El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio se desplomó 12.4%, la mayor caída en puntos de su historia. En Seúl, el índice Kospi cayó 9.3%, lo que provocó una breve suspensión de las operaciones, mientras que en Taiwán, el índice Taiex perdió 8.4%.

El peso mexicano, en su condición de ser una de las monedas de mayor liquidez en el mundo, no ha estado al margen de la turbulencia asiática: en los mercados extranjeros cotiza por encima de los $19.60 por dólar. Este lunes podría trepar a los $20.

Para el Gobierno es inquietante porque golpea de lleno uno de los principales objetivos de Andrés Manuel López Obrador en el plano económico: entregar el tipo de cambio mejor que como él lo recibió en 2018. En ese entonces la moneda cotizaba en $20.30 por dólar. Durante la madrugada de este lunes en los mercados asiáticos llegó a cotizar en $20.21 por dólar.

Si bien el golpe asiático es ajeno a la política económica del Gobierno, el dato de una potencial recesión en Estados Unidos es inquietante y contradice todo lo dicho por el equipo económico en los últimos meses.

El mercado laboral estadounidense se desaceleró más de lo esperado en julio, con una tasa de desempleo de 4.3%, la más alta desde octubre de 2021, según las cifras divulgadas el viernes por el Departamento de Trabajo.

Rogelio Ramírez De la O ha insistido en múltiples ocasiones en que la economía de EU no se iba a desacelerar. Los datos del viernes ponen a prueba esos pronósticos y la turbulencia asiática le complica al Banco de México bajar los tipos de interés en la reunión de este jueves.

Al panorama cambiario se suma el temor de los inversores por el Plan C que promueve el Gobierno y que ha generado una parálisis a los anuncios de nuevas inversiones en el país por parte de las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores.