Hubo un detalle que pasó desapercibido en la reciente premiación a Agustín Carstens en España por parte de la corona del país ibérico. Según pudo conocer LPO, al cierre del evento el ex secretario de Hacienda durante el sexenio foxista,  Francisco Gil Díaz, tuvo especial empeño en hablar con los periodistas que cubrieron la ceremonia y aprovechó para elogiar el rumbo económico del gobierno de Andrés Manuel Lpoez Obrador. 

"Todas son buenas noticias en la economía mexicana", le dijo Gil Díaz al corresponsal de La Jornada en Madrid frase que también escucharon algunos representantes de la presa de dicha ciudad. Luego detalló algunbas fortalezas del rumbo económico. Un pensamiento diametralmente contrario a lo que dice en privado su amigo Carstens.

La frase a simple vista es curiosa porque Gil Díaz ha sido atacado tanto en la conferencia matutina por parte del presidente como también en los medios digitales que se controlan desde Palacio Nacional y cuya línea editorial la digita Jesús Ramírez.

Allegados al ex secretario dijeron a LPO que este prefiere tener buenas palabras para con el Gobierno para evitar nuevos conflictos judiciales a su hijo Gonzalo Gil White, que está acusado por supuestas irregularidades en la quiebra de la petrolera Oro Negro en el sexenio anterior y sobre quien además pesa una orden de captura. Gil Díaz vive en Madrid pero su hijo está en la clandestinidad.

Dicha orden de aprehensión en contra de Gonzalo Gil White seguirá vigente dado que un tribunal federal le negó el amparo que había promovido en octubre del año pasado. El quinto tribunal colegiado en materia penal, con sede en la Ciudad de México, confirmó la decisión de una juez, quien negó la protección de la justicia federal al empresario.

Gil White es señalado como presunto responsable de haber desfalcado con alrededor de 360 millones de pesos de la sociedad Oro Negro Drilling Pte. Ltd., la cual fue favorecida con contratos millonarios por Petróleos Mexicanos (Pemex) para alquilar plataformas petroleras, hasta que en 2017  decidió renegociar los términos de sus acuerdos, debido a que encontró que le cobraban sobreprecios.

Oro Negro se declaró en concurso mercantil y se declaró en suspensión de pagos, situación que hizo que la empresa fuera intervenida y se encontraran irregularidades que apuntaban a Gil White.