La inversión y el consumo privado, que en conjunto representan cerca del 80% del Producto Interno Bruto de México, volvieron a mostrar debilidad en julio. Ambos indicadores cayeron en sus comparaciones anuales, lo que amplÃa las dudas sobre la capacidad de sostener el crecimiento mayor al 1% que Hacienda proyecta para el 2026.
Por el lado de la inversión, el INEGI reportó un aumento mensual de 1.6% en julio. Pero el respiro del sexto mes del año no logró romper con la racha de caÃda anual, que ya acumula once meses consecutivos y fue de 7.2%.
El único segmento que resiste respecto a julio de 2024 es la construcción privada, con un avance de 4.6%. En cambio, la no residencial, que incluye grandes obras de infraestructura y marca el ritmo de la residencial, lleva catorce meses seguidos en rojo y retrocedió 17.6% interanual.
La inversión en maquinaria y equipo registra una contracción de 5.9%, sobre todo en el producido en México, que se desplomó más de 11%. "Esto posiblemente se deba a la apreciación del peso en 2025, que ha hecho los activos adquiridos del extranjero más atractivos", explicó el Grupo Financiero Base.
Base ve riesgos de continuidad en esta tendencia: "La economÃa está cerca de registrar un año completo de contracción en la inversión. Lo más probable es que esta tendencia a la baja se siga extendiendo. Los principales motivos de esto son la falta de inversión pública y el debilitamiento de las instituciones y el estado de derecho en el paÃs".
La consultora México, ¿Cómo Vamos? advierte que el estancamiento de la inversión impacta en variables claves de la economÃa, como los empleos de calidad. "En los primeros ocho meses del año se crearon apenas 216,000 empleos formales, el número más bajo desde 2003 si se dejan fuera la crisis financiera de 2008 y la pandemia de 2020", precisó.
El consumo privado, que por sà solo equivale a entre 65 y 70% del PIB, tampoco dio señales de dinamismo. En julio cayó 0.3% frente a junio y 0.1% en la comparación anual. El retroceso provino de los bienes nacionales, que bajaron 2.1%, mientras que los servicios apenas crecieron. El consumo de bienes importados, en cambio, crecieron 5.5% anual, también beneficiados por la fortaleza del peso.
"La debilidad del mercado laboral, la menor llegada de remesas y la contracción del gasto público son factores que seguirán limitando la capacidad de compra de los hogares", explica el Banco Base.
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