El secretario de Hacienda Rogelio RamÃrez de la O se encuentra en el centro de todas las miradas al interior del gobierno entrante. Durante la semana pasada circuló con fuerza la teorÃa de que no permanecerÃa en la administración de Claudia Sheinbaum. Este viernes la tensión volvió con la información de la renuncia del subsecretario Gabriel Yorio, que sostenÃa ciertas tensiones con RamÃrez de la O.
Según pudo conocer LPO, el funcionario ya acordó su continuidad con la próxima presidenta y esta le aseguró, de modo biunÃvoco, que después de la contienda presidencial en Estados Unidos podrá nombrar a buena parte de su staff en la SecretarÃa.
Este es el eje del malestar de RamÃrez de la O: durante la transición propuso múltiples técnicos para diversas posiciones y todos fueron vetados por Andrés Manuel López Obrador. De hecho, este viernes Jesús RamÃrez circulaba una nota publicada en la Revista Fortuna que expone supuestas negociaciones incompatibles del secretario con empresas asociadas al negocio de la compra de las plantas de Iberdrola.
Si se confirma la promesa de Sheinbaum, el secretario debe esperar un mes para avanzar en las designaciones que pretende. Según dicen en su entorno, para el cargo de Yorio, que momentáneamente será ocupado por Edgar Amador
Pero RamÃrez de la O quiere darle vuelo a dos personajes muy cercanos de su equipo más estrecho. Se trata de Leonel RamÃrez Farias y Fernando Renoir Baca Rivera.
RamÃrez Farias es el hombre de confianza de RamÃrez de la O en todo lo referido al Banco del Bienestar, principal vehÃculo para la aplicación de las polÃticas sociales. Baca Rivera, en tanto, es el enlace del secretario con los gobernadores y es otro perfil de estrecha cercanÃa. A ellos considera para la ProcuradurÃa Fiscal y la dirección de uno de los "bancos" del gabinete ampliado.
En el SAT RamÃrez de la O pretende la salida de Antonio MartÃnez, no solo por su cercanÃa con la familia de López Obrador sino porque cada vez hay más dudas de si el Gobierno podrá afrontar todos sus compromisos sin una alteración de peso sobre la polÃtica recaudatoria. Su lugar serÃa ocupado por Arturo Medina que le dejarÃa una subsecretarÃa en Segob a César Yáñez, uno de los principales laderos que tuvo Sheinbaum en su campaña presidencial.
El secretario también tendrá la posibilidad de realizar designaciones tanto en Banobras como en Nacional Financiera. Además, como anticipó esta redacción, definirá al futuro jefe de la UIF. Ya tiene cuatro propuestas para esas dos posiciones.
El pedido de esperar al 4 de noviembre tiene lógica porque en el entorno de Sheinbaum dan por descontado que si Donald Trump se impone habrá que hacer modificaciones en el gabinete. AllÃ, como en tantas aristas, también hay una grieta entre el poder actual y el que viene: el entorno de Sheinbaum cree que a México le conviene continuar con un gobierno demócrata mientras que López Obrador sigue creyendo que los republicanos aseguran una convivencia menos turbulenta.
La continuidad de RamÃrez de la O, en tanto, parece muy vinculada a la necesidad de que Sheinbaum marque diferencias con López Obrador en el corto plazo. "No hay un año y medio para cambiar las cosas que están mal", dicen en la SecretarÃa de Hacienda.
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