Como era esperable ante el complicado contexto inflacionario y las acciones en Estados Unidos, Banco de México (Banxico) mantiene una postura restrictiva en su política monetaria y volvió con otro aumento en 50 puntos base, por lo que la tasa de interés se ubica ya en 7%, aunque las divisiones continuaron. 

Este jueves, la junta de gobierno que encabeza Victoría Rodríguez informó  que ante "las mayores presiones inflacionarias asociadas al conflicto geopolítico y al resurgimiento de casos de COVID-19 en China, y la posibilidad de mayores afectaciones al entorno inflacionario (...) decidió por mayoría incrementar en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.0%". 

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Esta decisión no fue unánime, sin embargo, esta vez el voto opositor no fue el de Gerardo Esquivel, que en reuniones previas durante el año pasado y la primera de éste, se había opuesto a los fuertes incrementos, pues advertía afectaciones para le conomía. Por el contrario, esta vez el voto en contraste fue de la subgonernadora Irene Espinosa, quien puso sobre la mesa un incremento en 75 puntos base. 

En el mercado algunas voces estimaban que  las acciones del gobierno este jueves podrían sorprender con un incremento más fuerte ante los riesgos persisntentes al alza para la formación de precios y la expectativa de que su homólogo estadounidense, la Fed (por sus siglas en inglés), adopte también una postura más restrictiva, con un ritmo más rápido en sus alzas de tasas que podría llevarlos a un aumento en 75 puntos base. 

La postura de la subgobernadora abre la puerta de que pueda estarse evaluando seguir los pasos de la Fed con un endurecimiento aun mayor en su política monetaria, lo que toma mayor fuerza ante el significativo incremento en las expectativas inflacionarias del banco central para este día. 

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De acuerdo con el documento publicado, esperan que para el segundo trimestre del año la inflación se ubice en 7.6% desde el pronóstico anterior de 6.9% y para finales de año estiman que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubique en 6.4%, un brinco desde el 5.5% estimado antes. No obstante, se mantiene la proyección de que hacia el cierre de 2023 e inicios del 2024 comience a converger con la meta de 3%. 

Vale recordar que en abril la inflación se ubicó en 7.68%, que es su nivel más alto en las últimas dos décadas a pesar de los incrementos repetidos en 50 puntos base por parte del banco central y los esfuerzos del gobierno por contener el incremento en gasolinas y gas LP. Ahora se sumará también el acuerdo para evitar aumentos en alimentos de la canasta básica -ambos rubros los más afectados ante los choques externos como la guerra en Ucrania y los efectos de la pandemia-, estrategia que ha levantado dudas en el mercado financiero sobre su efectividad.