
Edgar Amador busca ganar terreno a toda velocidad en las dependencias que están bajo la órbita de la SecretarÃa de Hacienda. En las últimas horas avanzó sobre las oficialÃas de buena parte de los organismos desconcentrados y de la banca de desarrollo y tiene, según deslizan en su entorno, el SAT como una colina a conquistar. Allà despacha Antonio MartÃnez, que es una posición de Andy López Beltrán.
Amador tiene caracterÃsticas diametralmente opuestas a las de su antecesor. Rogelio RamÃrez de la O es un tecnócrata de poco o nulo carisma, pero de históricas vinculaciones con los grandes centros financieros del mundo. Amador viene del ámbito de la polÃtica capitalina, fue impulsado por todo tipo de figuras en el espectro morenista y es un desconocido entre bancos extranjeros y calificadoras, de ahà la permanencia de RamÃrez de la O como asesor.
Hace tres semanas, Amador comenzó a organizar reuniones discretas con posibles aspirantes a diversos cargos. En esos encuentros dijo que tendrÃa buena capacidad para armar el equipo económico de acuerdo con las instrucciones de Palacio Nacional.
El entorno de Claudia Sheinbaum tiene especial interés en eyectar a MartÃnez del SAT, no tanto por el desempeño del funcionario sino, más bien, por su cercanÃa con López Beltrán. El nuevo secretario debe cumplir esa función.
En ese tiro de precisión juega Raquel Buenrostro, que tiene estrecha llegada al nuevo secretario y que fue la encargada de las cuestiones recaudatorias del sexenio anterior.
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