La escena se desarrolla en la vía pública; un par de reporteros que se identifican como parte del equipo de Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) abordan al hijo de Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán, para preguntarle sobre la propiedad de la casa que habita en la colonia Copilco Universidad, de la CDMX.

Aunque con desconfianza, al principio López Beltrán accede saludar a los comunicadores, pero de inmediato les pregunta para qué medio trabajan y, al conocer que son de MCCI, su rostro se desencaja y automáticamente dice con voz grave y de enojo: "Ya váyanse".

Los reporteros insisten en hacerle unas preguntas para aclarar que la casa en la que habita aparece como propiedad de la asistente de la directora de La Jornada, periódico que ha recibido el mayor monto de contratos en el actual sexenio, que superan los 750 millones de pesos y que además también se relaciona con un alto ejecutivo de Baker Hughes, compañía con millonarios contratos en Pemex.

López Beltrán comienza a endurecer aún más el semblante y a exigir a los reporteros que se vayan y hasta amenaza con llamar a la Policía, además de rechazar que los reporteros de MCCI sean parte de la prensa.

Sí, aunque el hecho se dio en la vía pública, López Beltrán caminó encarando a los reporteros hasta que estos caminaron pasos hacia atrás hasta quedar a varios metros de la entrada principal de la casa.

Todo lo anterior puede observarse públicamente en YouTube en un video reciente que transparenta el incidente y la investigación completa está en la página de MCCI.

Sin embargo, ese gesto de enojo del hijo del Presidente, así como el ordenamiento para hacer callar las voces críticas, parece ser el común denominador del actual sexenio, sólo que en este momento ya se aprecia en todo el aparato gubernamental una franca desesperación por todos los frentes que han sido destapados con base en cuestionamientos periodísticos sobre la corrupción, falta de transparencia así como fallas en diferentes políticas públicas que mantienen al país sumido en diferentes problemáticas.

Cada vez es más notoria la molestia del Presidente en su conferencia de prensa mañanera ante los cuestionamientos sobre el modo de vida y negocios de sus hijos José Ramón y Andrés Manuel, así como otros de sus de sus familiares que también han sido señalados, como su hermano Pío López Orador y la prima Felipa Obrador.

Pero no sólo eso, el yugo que mantiene López Obrador sobre el Poder Legislativo para aprobar las reformas que le interesan que derivó en semanas pasadas en la legislación exprés en la Cámara de diputados y la de Senadores, exhiben que no existen de ese lado contrapesos efectivos al poder absoluto que pretende tener el tabasqueño y eso también despierta serios cuestionamientos sobre las verdaderas intenciones del inquilino de Palacio Nacional.

En los últimos días, López Obrador se ha encargado de abrir frentes hasta con la prensa de Estados Unidos, argumentado que mienten sobre la producción de droga de fentanilo en México, pese a que existen infinidad de pruebas que dicen lo contrario.

Falta de medicamentos, corrupción de Segalmex, los muertos por la pandemia, la "llegada" de la vacuna Patria a más de 3 años de iniciada (y ahora ya terminada) emergencia sanitaria por Covid 19, la preferencia de las Fuerzas Armadas sobre la sociedad civil, el freno a las inversiones y a industrias específicas como la minera o energía... en fin.

Son tantos los temas que se convierten en cuestionamientos a López Obrador que ni saliendo todas las mañanas a decir una serie de mentiras o verdades a medias parecen ser suficientes para cubrir o justificar todos los señalamientos.

Mientras más se acerca el final del sexenio, más parece el Presidente estar perdiendo el control de la agenda, pese a que la aprobación siga en niveles positivos, pero mucho menor que a inicios de su mandato.

En estos momentos parece susceptible un paso en falso de la actual administración y aún falta ver qué tiene qué decir la Corte, que está dando muestras de ser ese contrapeso que se necesita al poder absoluto y que ya dio una muestra de independencia al echar abajo la adhesión de la Guardia nacional a la Sedena.

Si Morena cree que el camino al 2024 será miel sobre hojuelas, todo indica que será exactamente lo contrario.

Twitter: @campudia