Hace diez meses, tales eran los roces entre los generales morenistas de Claudia Sheinbaum en el Congreso de la Unión que la disputa llegó a los medios de comunicación, lo cual obligó a la presidenta a exigir una reunión entre el senador Adán Augusto López y el diputado Ricardo Monreal para que dirimieran cualquier diferencia.
Esa ocasión desde la Cámara Diputados se impulsó un recorte presupuestal al Senado de la República, lo que molestó al tabasqueño quien en un arranque de ira dijo que el ajuste generó "preocupación" y anunció la cancelación de contratos y la investigación de "negocios" de la pasada administración de la Cámara alta, encabezada por el zacatecano.
Lo anterior desembocó en un pacto de no agresión del que fue testigo de honor la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Esa paz se ha prolongado a lo largo de los meses, con sube y bajas en la relación, no sin algunas provocaciones de ambos bandos para descolocar al contrario, y también con sus distintos escándalos cado uno.
Ahora, a la vuelta de un año de la administración de Sheinbaum Pardo, ambos legisladores se encuentran en otra posición a la de aquel diciembre de 2024: ahora están diezmados y son señalados fuertemente por sus propios compañeros de bancada, con el fin de que entreguen la coordinación de Morena y que otros morenistas dirijan a los grupos parlamentarios.
Es por ello que versiones dentro de los grupos parlamentarios de Morena advierten sobre un nuevo acuerdo entre el tabasqueño y el zacatecano para continuar en sus respectivas coordinaciones, al menos hasta 2027, cuando en la Cámara de Diputados se renuevan los 500 escaños y cuando Adán llegará a la mitad de su senaduría.
En el Senado es la legisladora Guadalupe Chavira, suplente de Citlalli Hernández, quien levantó la voz desde antes de que iniciara el actual periodo ordinario de sesiones para que se pusiera a discusión la continuidad de Adán al frente de la bancada. Esto se reforzó tras el escándalo del caso de Hernán Bermúdez Requena y La Barredora de Tabasco.
Incluso Adán tuvo que ceder la presidencia de la Mesa Directiva que dejó Gerardo Fernández Noroña a la comadre de Claudia Sheinbaum, Laura Itzel Castillo. Esto en detrimento de su grupo, el cual promovía a la yucateca Verónica Camino Farjat, y también en su momento a la sinaloense Imelda Castro, quien declinó pero ni así Adán pudo imponerse.
Mientras que en San Lázaro son Alfonso Ramírez Cuéllar y su grupo (Gaby Jiménez, Armando Samaniego y Dolores Padierna) los que actúan como el verdadero contrapeso de Monreal Ávila. No sólo promoviendo la destitución de Pedro Haces de la Coordinación Política del grupo parlamentario, sino además la propia coordinación de Monreal.
LPO pudo confirmar que Monreal está usando la sanción del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra Araceli Brown, integrante de Los Puros y Duros de Morena, para detener esta rebelión. En los meses anteriores, Los Puros quisieron imponerse en la bancada y solo lograron contener el intento de remoción de la vicecoordinación a Jiménez, aunque Monreal colocó a Sergio Gutiérrez Luna y movió a una tercera vicecoordinación a Dolores Padierna.
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