
Acaso para mostrar que ya tenían los votos, Ricardo Monreal sugirió que la sesión se adelantaría y que la noche de este martes ya se sometería a votación la reforma que podría habilitar al Ejército a permanecer en las calles otros cuatro años para brindar seguridad pública. Algunos senadores creen que ese movimiento fue, en rigor, una presión para acelerar algunas negociaciones abiertas.
Unas horas después esa agenda precoz se desvaneció y la sesión se pasó para la mañana del miércoles. Un respiro para la oposición, que desde hace varios días viene resistiendo las presiones de Adán Augusto, que son secundadas por Ricardo Monreal desde el Senado.
El escenario para mañana es confuso. Todas bancadas están con la calculadora porque desde la Secretaría de Gobernación no sólo se lanzaron a la búsqueda de votos positivos -sobre todo en el PRI- sino que el objetivo es también conseguir a varios senadores dispuestos a ausentarse de esta sesión clave. Así, lograrían bajar el umbral de los dos tercios -se contabiliza con los presentes- que necesitan para aprobar la reforma que tanto ansía Palacio Nacional.
"Sabemos que no podemos negociar con bancadas completas, como en otros momentos pudimos hacer. Ahora necesitamos diálogos individuales, negociaciones personales", reconocen a LPO desde el Palacio de Bucareli. Y en efecto, varios senadores abrieron conversaciones para facilitar los objetivos de Adán Augusto.
El primer resultado de estas pláticas se vio por la tarde desde este martes, cuando el senador yucateco Raúl Paz anunció su salto desde el PAN hacia Morena. En este caso no hubo un llamado a Mauricio Vila, sencillamente porque Paz había tenido algunos conflictos con el gobernador. Paz ya había platicado semanas atrás con MC. Su salida de Acción Nacional era inminente. Algunos osados hablan de un pacto que despejaría los temores del ex senador panista en relación a la misteriosa muerte de una ex pareja de su hermano.
Según pudo saber LPO, Adán también conversó con varios gobernadores panistas, siempre bajo la lógica de sugerir que sin sus apoyos, peligrarían los operativos que la Guardia Nacional brinda en esos estados. En la bancada que coordina Julen Rementería se especulaba con las ausencias de José Bermúdez Méndez, Juan Antonio Martín del Campo y eventualmente de algún queretano.
Un primer cálculo: con el salto del senador Cruz, Morena tendría garantizados 76 votos a favor: 62 de Morena, 4 del PES, 6 del Verde, 4 del PT. Con tres ausencias de panistas, el umbral para conseguir los dos tercios pasaría a 84. Quiere decir que aún faltan ocho casilleros de distancia a la meta. Pero en esta ecuación recién entra el PRI.
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Adán navega esas aguas como lo hizo con Alito Moreno Cárdenas. "A punto de pistola", resume un priista conocedor de estas negociaciones. ¿Podría haber investigaciones de la Fiscalía para otros priistas? En Palacio Nacional creen que Manuel Añorve y Carlos Aceves del Olmo son votos garantizados. O al menos hay mucha confianza al respecto. El morelense Ángel García Yáñez es otro apuesta del operador de Segob. El cuarto voto tricolor se lo juegan entre Mario Zamora y Sylvana Beltrones, que en comisiones votó en abstención.
"Si pescan cuatro votos positivos en el PRI, entonces todavía están a cuatro de poder sacar su reforma", se entusiasman en la oposición. El problema para Adán es que Dante Delgado está firme en su idea de mantener a la bancada de Movimiento Ciudadano en contra de la reforma. Lo mismo ocurre en la bancada plural. "Les queda alguna opción con Mancera, pero allí son sólo tres senadores. Así que tendrán que buscar más ausentes".
Hay momentos de definiciones: o se está con el pueblo o en la politiquería. ¡Bienvenido @RaulPazMX al lado correcto de la historia! pic.twitter.com/yXZ9i6MCHE— Mario Delgado (@mario_delgado) September 20, 2022
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