Ya pasaron varias semanas de las elecciones del 2 de junio y todavía faltan varios meses para que en octubre asuman las nuevas autoridades. Sin embargo, en la alcaldía Cuauhtémoc la tensión no para de crecer entre batallas electorales lideradas por Morena y la oposición y la serie de protestas de comerciantes que demandan ser atendidos por el actual gobierno. De esta manera, la futura administración recibirá una demarcación difícil de gobernar.

Durante el fin de semana volvieron a crecer las disputas electorales entre la candidata a alcaldesa por Morena, Catalina Monreal, quien volvió a la carga para lograr un recuento total de los votos, algo que la oposición rechaza. El domingo, la Sala Regional Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) detuvo la orden del Tribunal Electoral, que había ordenado un nuevo cómputo de las boletas. "¿Qué tiene de malo volver a contar los votos?", se preguntó la líder guinda.

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A raíz de esto, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, se manifestó a favor del recuento total de los votos al preguntarse en su habitual conferencia de prensa: "¿Por qué no se abren todas las casillas? ¿Por qué niegan esa posibilidad? No entiendo". Por su parte, la oposición le exigió a la exjefa de Gobierno no intervenir en el proceso de la demarcación. "Con esto inicia mal el camino de su sexenio al no ser justa con el voto de la gente que eligió a Rojo de la Vega y echó a patadas a los Monreal", aseguró el coordinador de la bancada panista en el Congreso local, Federico Döring.

Como si fuera poco, durante las últimas semanas crecieron las protestas de sectores vinculados al comercio callejero y mercantil, que exigen reuniones con las autoridades interinas y la salida del alcalde, Raúl Ortega, al que acusan de no haber cumplido con el acuerdo a través del cual se les exigió un pago para poder trabajar en la vía pública ya que, según denuncian, luego de haber pagado fueron removidos de todas maneras.

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De esta manera, la capital de la capital vive momentos de máxima tensión tanto política como social en la previa de la asunción del nuevo gobierno, prevista para el próximo 5 de octubre. A la espera de la futura alcaldesa, tanto el oficialismo como la oposición reconocen que la Cuauhtémoc será una demarcación difícil de gobernar, pero que podría representar mucho poder en la CDMX de cara al futuro política de la CDMX.