A mediados de la década de 1980, Carlos Ulloa abandonó su Chiapas natal y llegó a la Ciudad de México para estudiar. A los pocos años, una serie de luchas estudiantiles comandadas por un puñado de sus nuevos amigos, entre los que se encontraba la ahora corcholata presidencial Claudia Sheinbaum, estallaron en la capital nacional y lo acercaron a un mundo político del cual no se quiso desligar y al cual todavía hoy, casi 30 años después, sigue relacionado. 

Finalmente, nunca más volvió a vivir a Chiapas. Su participación en las luchas del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la UNAM contra los intentos del gobierno por acabar con la gratuidad universitaria y en contra del fraude electoral de 1988 forjaron sus relaciones con Sheinbaum Pardo; Martí Batres, actual jefe de Gobierno; Juan Gutiérrez y y Óscar Moreno Corzo, ambos funcionarios de la CDMX; y Jesús Ramírez Cuevas, actual vocero presidencial. Aquellas jóvenes personas, hoy participan, de una u otra manera, en el nuevo progresismo mexicano, bajo el amparo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

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Distintas fuentes aseguran que si Ulloa no volvió a vivir a su Chiapas natal fue, en gran medida, por la ayuda que le brindaron la propia Claudia Sheinbaum y su entonces pareja, Carlos Ímaz Gispert, con quienes comenzó a trabajar en la delegación de Tlalpan, donde la actual corcholata presidencial comenzó su carrera política. Cuando Sheinbaum fue secretaria de Medio Ambiente, fue su secretario privado y cuando comandó la alcaldía, también estuvo bajo su amparo. 

En 2018, de la mano de la 4T que ganó la presidencia y la CDMX, llegó la gran oportunidad laboral y política de Carlos Ulloa. Como hombre de confianza y tras años de relación, la flamante jefa de Gobierno, Sheinbaum Pardo, lo nombró su secretario particular y, luego, como encargado de la Secretarìa de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi). Posteriormente, sus pergaminos lo llevaron a comandar la cartera de Inclusiòn y Bienestar Social para luego, finalmente, regresar a Seduvi, donde trabaja actualmente. 

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De todas maneras, distintas fuentes de la administración local coinciden en reconocer que sus funciones no se limitan únicamente a las viviendas y el desarrollo capitalino. Como consecuencia de los años de relación que mantiene con la corcholata presidencial, Ulloa se convirtió en uno de sus asesores y consejeros políticos más cercanos, con quien discutía, hasta que abandonó el antiguo Ayuntamiento para emprender su campaña federal, los pasos y las políticas de su administración. Según pudo saber LPO, a pesar de la salida de Sheinbaum Pardo de la capital nacional las comunicaciones siguen siendo fluidas entre ellos ambos. 

De cara a las elecciones de 2024, Ulloa busca aprovechar su carrera política y sus trabajos hechos en Tlalpan, donde vive desde que llegó desde Chiapas, para postularse a la alcaldía más grande de la CDMX bajo las siglas de Morena. Su tarea no será fácil, como detalló LPO la exdiputada local Gabriela Osorio busca repetir la candidatura que comandó en 2021, cuando perdió ante Alfa González, y, según diversas encuestas a las que tuvo acceso esta redacción, la pelea estaría con final abierto. A pesar de ello, aseguran en su equipo, hay mucho tiempo por delante.