Uno de los nombramientos más importantes que hizo este lunes la jefa de Gobierno electa de la CDMX, Clara Brugada, fue el de Tomás Pliego, quien estará a cargo de la Secretaría de Atención Ciudadana, una oficina nueva que saldrá del actual organigrama de Bienestar Social para tener su propia estructura y trabajo bajo el mando de un hombre que supo tejer una relación muy cercana con la exalcaldesa.

Durante el anuncio que lideró este lunes, Brugada sostuvo que Tomás Pliego es un hombre que "históricamente ha estado comprometido con la transformación" y que a partir del próximo 5 de octubre "será el gran responsable de garantizar la atención de los ciudadanos". Según pudo saber LPO, el expresidente de Morena estuvo a cargo de la movilización y de la defensa del voto durante las elecciones del 2 de junio, lo que le generó importantes pergaminos en la CDMX ante el triunfo oficialista.

Su nombramiento no pasó desapercibido en la CDMX al tener en cuenta, por ejemplo, que liderará una de las tres secretarías que creará la propia Brugada junto a la de Vivienda y Agua. Su dependencia actualmente está en el área de Bienestar Social, pero la próxima jefa de Gobierno le dará una estructura propia para atender las demandas ciudadanas y, además, comenzar a trabajar las estructuras del partido guinda en las alcaldías que actualmente están bajo poder opositor.

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Cuando asuman los nuevos alcaldes y alcaldesa de la CDMX, el oficialismo tendrá el poder en 11 alcaldías contra cinco del PAN, que gobernará en Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Cuajimalpa y Coyoacán. Según diversas fuentes consultadas por LPO, una de las tareas principales de Pliego será a trabajar en las estructuras, en el aparato y en las relaciones políticas en dichas dependencias para que el partido guinda las gane en las elecciones de 2027 o de 2030.

Por ejemplo, Cuajimalpa quedó en la mira del oficialismo luego de la derrota que sufrió su candidato, Gustavo Mendoza, quien aspiró a suceder a Adrián Rubalcava, pero que fue derrotado por el panista Carlos Orvañanos. "Nos falló la estructura y el aparato, tenemos que armarlo mejor para las próximas elecciones", le aseguró a esta redacción un operador morenista que trabajó en las montañas del poniente. Algo similar sucede en Cuauhtémoc, donde el engranaje guinda habría fallado ante las diferencias internas que existen entre diferentes grupos.

Con este escenario, el trabajo de Pliego no será fácil. Las tareas que podrían recaer sobre sus funciones, como la resolución de demandas por el servicio deficitario de servicios urbanos o la distribución de programas sociales, podrían chocar contra las responsabilidades de los propios alcaldes, tanto oficialistas como opositores. Esta situación, advierten en algunos sectores de Morena, podría generar un ruido interno que entorpezca las relaciones entre las demarcaciones y el antiguo Ayuntamiento. De todas maneras, Brugada apelará a su experiencia y su trabajo pasado para resolver estas disputas en favor del partido guinda con miras a las próximas elecciones.