En medio del proceso interno que atraviesa Morena a nivel federal para definir a la corcholata presidencial que buscará suceder a Andrés López Obrador en 2024, el presidente del partido guinda, Mario Delgado, encamina su candidatura hacia la Jefatura de Gobierno de la CDMX y el oficialismo se encamina hacia una posible batalla con el exsenador Ricardo Monreal por el voto de la clase media menos identificada con el proceso de la 4T.

Distintas fuentes de la dirigencia de Morena en la capital nacional reconocen que las elecciones del año que viene serán difíciles para el oficialismo y que una de las claves electorales será la clase media, que no se siente identificada con los preceptos más duros del proceso que lidera López Obrador. Ante este escenario, una posibilidad es que el oficialismo presente una candidatura capaz de traccionar a este electorado para sumarlo al núcleo duro de los sectores más desfavorecidos que, aseguran en el armado guinda, es más fiel al oficialismo. Entre estos posibles nombres aparecen, por ejemplo, Monreal y Delgado.

Morena acelera negociaciones para llegar a diciembre con su estrategia electoral definida en la CDMX

A esas alturas del año político, el oficialismo analiza dos tipos de candidaturas diferentes. Por un lado, una que logre representar a los sectores más duros de Morena y que esté más identificada con los sectores más desfavorecidos. En este escenario, la boleta la podría encabezar la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada. Por el otro, una que logre penetrar en el electorado menos duro y que logre atraer a ciertos sectores de la clase media, que, aseguran, podría ser fundamental en los próximos comicios. Ante este panorama, los nombres elegidos podrían ser los de Monreal y Delgado.

De esta manera, tanto Delgado como Monreal podrían disputarse el mismo electorado y, de esta manera, ver afectadas sus propias aspiraciones en una contienda que los podría tener como protagonistas. Asimismo, Brugada podría salir beneficiada de esta contienda porque podría sería la única que logre aglutinar el voto de la base más dura del oficialismo y alzarse con la nominación oficialista para los comicios de 2024.

A la espera de las definiciones presidenciales, Brugada reduce su campaña por la CDXM

Como detalló LPO, el equipo político de Monreal esgrime en las conversaciones con diferentes sectores de Morena la capacidad del exsenador de atraer a la clase media desencantada con el oficialismo luego de cinco años de mandato y aseguran que las discusiones públicas que el zacatecano mantuvo con el propio presidente podrían ser un activo para unas elecciones que se anticipan peleadas y cerradas.

Además, este escenario podría contar con dos protagonistas más: el secretario de Seguridad Ciudadana local, Omar García Harfuch, y el excoordinador de asesores de AMLO, Lázaro Cárdenas Batel, un hombre cercano al precandidato a presidente Marcelo Ebrard. El primero de ellos podría funcionar como el caso más claro al tener en cuenta, por ejemplo, que sectores no oficialistas lo valoran por sus labores al frente de la Policía local, pero los más duros de Morena lo recelan y lo acusan de tener poco compromiso con los preceptos más duros de la 4T.

Sandra Cuevas se lanzó por la Jefatura de Gobierno, pero busca un partido político que la apoye

Por su parte, el hijo del fundador del PRD podría funcionar como el propio Ebrard, un dirigente oficialista y con una larga trayectoria política, que no necesariamente ostenta lazos fuertes y fluidos con la base morenista, pero que podría traccionar votos de otros estratos sociales. "Lo que tiene él a favor es que la mitad de las escuelas de todo el país se llaman Lázaro Cárdenas", le ejemplificó a esta redacción una fuente del armado electoral de Morena.