El panismo bajacaliforniano quiere aprovechar la actual turbulencia política que vive Morena en el estado para recuperar espacios durante el proceso electoral de 2027, pero está en debate al interior del blanquiazul local cuál estrategia puede traer los mejores dividendos y si el aliado requerido para recuperar su bastión histórico es nada más ni nada menos que un recordatorio de su primera gran tragedia gubernamental.

En 1989 Acción Nacional ganó por primera vez una gubernatura, con Ernesto Ruffo Appel en Baja California, derrotando a la candidata de Revolucionario Institucional con un 47.8% de la votación total, con un electorado que no superaba el medio millón de votantes.

Cinco años más tarde, la primera tragedia con implicaciones nacionales en un gobierno blanquiazul ocurrió en Tijuana con el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta en Lomas Taurinas.

El asesinato de Colosio no afectó los números electorales de Acción Nacional Baja California en las elecciones del 89, Héctor Terán Terán ganó con el 49.5% de la votación y 120,000 votos más que Ruffo Appel (Ruffo ganó con 203,943 votos, Terán Terán ganó con 324,901)

Pero en la actualidad, la realidad política del PAN en el estado es muy diferente. En la última elección estatal, su candidata (Guadalupe "Lupita" Jones Garay) llegó a 129 mil votos, sólo el 11 porciento de la votación.

La fuga de perfiles a otros partidos (principalmente a Morena y el Partido Verde) es quizás el problema principal que enfrentan los blanquiazules, pero también está la falta de liderazgos. En los últimos tres procesos electorales, los exgobernadores emanados de Acción Nacional han jugado un papel entre críticos acérrimos del partido y líderes morales.

Cabe resaltar que Ruffo Appel ha coqueteado con la idea de dejar al PAN en más de una ocasión desde la derrota de Óscar Vega Marín ante Jaime Bonilla en 2019 por la gubernatura. Ruffo anticipó desde ese año que Morena podría volverse en una fuerza política equiparable al PRI que le tocó enfrentar 20 años atrás, tanto que busco aplicar una estrategia similar a la de su campaña del 95, aliarse con un grupo estratégico de empresarios con intereses políticos los cuales estarían dispuestos a financiar una guerra abierta con el partido en el poder.

Sin embargo el exgobernador no podía predecir que "Unidos" de Claudio X. González no tenían las mismas capacidades operativas y que una buena estrategia política estatal no siempre funciona a nivel nacional (Movimiento Ciudadano está de testigo).

David Saul Guakil, antes emecista.

LPOJuan Pablo Guerra

Aún con las señales de peligro, Ruffo apostó que Xóchitl Gálvez era la candidata apropiada para el momento, por lo que el y José Guadalupe Osuna Millán (también exgobernador de BC entre 2007 y 2013) reunieron a la candidata con algunos de sus amigos empresarios durante las visitas de la candidata a Baja California.

Pero como narramos desde esta redacción durante la primera visita de Gálvez al estado como candidata, los partidos le quedaron a deber a la entonces senadora, por el simple número de participantes que prefirieron portar el color rosa por sobre los colores partidistas, era claro que ni con alianza de facto había oportunidades en el estado.

Ruffo y los otros exgobernadores han tratado de ser la voz de la razón para el partido, pidiendo apertura, alianzas estratégicas y un replanteamiento del trabajo, pero en su mayoría sus consejos han caído en oídos sordos, pues queda claro que la dirigencia nacional no confía en ellos como lo hicieron en antaño.

La alianza y la conexión Colosio

Las alianzas son una de las estrategias más útiles del panismo, en especial en Baja California. Desde el 2001, Acción Nacional no ha competido solo en el estado.

En ese año nació la "Alianza por Baja California" con el Partido Verde impulsando a Eugenio Elorduy Walther quien ganó con 266 mil votos, en 2007 una alianza del mismo nombre con los partidos Nueva Alianza y Encuentro Social impulsaron a José Guadalupe Osuna Millán obteniendo 436 mil votos y en 2013 la coalición "Unidos por Baja California" incluyó a Nueva Alianza, el PRD y el Partido de Baja California, con Francisco "Kiko" Vega de Lamadrid como candidato, que ganó con 442 mil votos.

Hoy, Acción Nacional se topa con que la mayoría de sus ex aliados están extintos o están con Morena, pues el Partido Verde está en alianza legislativa con el partido en el poder (aunque coqueteen con la posibilidad de ir solos en el 27) y la reconfiguración de Encuentro Social, ahora llamado Encuentro Solidario, se encuentra en una alianza de facto con el gobierno estatal actual.

El PRD, el PBC y Nueva Alianza desaparecieron del mapa, con la mayoría de sus operadores políticos retirándose del juego o migrando a otros partidos, mientras que una alianza con el PRI se ve más lejos que nunca, entre los caprichos de la dirigencia nacional y los roces en lo local que llevaron a terminar su alianza en 2024 antes de que empezará la campaña.

Con ese panorama, la cercana relación entre los senadores Gustavo Sánchez y Luis Donaldo Colosio Riojas es para un sector del partido la propuesta más factible a como recuperar el bastión histórico.

La relación entre Sánchez y Colosio es bien conocida en el círculo rojo del estado, en especial luego de que esa amistad fue una parte menor pero significativa del rompimiento que ocurrió al interior de Movimiento Ciudadano Baja California, pues fuentes cercanas al grupo Cosmopolitan (dirigido por David Saúl Guakil, empresario inmobiliario que lideró a MC en Tijuana por años antes de emigrar al Verde Ecologista) aseguran a esta redacción que en las vistas de Colosio a la ciudad, los últimos en enterarse eran ellos, pues los encargados de pasear y presentar al joven Colosio ante el empresariado de la ciudad eran los aliados de Sánchez, nadie de MC en el estado era parte de esas reuniones.

Aunque un tema menor, para el grupo Cosmopolitan representaba una falta de respeto más, añadiendo a los constantes embates entre ellos y el grupo Mexicali, liderado por Alcibíades García Lizardi, aliado antiguo de Dante Delgado, quien ha mantenido un fuerte control sobre el partido en el estado y a quien David Saúl Guakil ha responsabilizado directamente de su salida.

MC en Baja California no es lo mismo que MC en el resto del país, pues aunque BC es frontera norte, el 'efecto fosfo fosfo' no ha terminado de pegar.

Ahora el control de MC está en manos de García Lizardi, la actual dirigente del partido Daylín García quien es parte del grupo de Lizardi pero busca su propio espacio debido a las diferencias constantes que tienen y en Tijuana la líder de facto es Karla Ruiz Mcfarland, ex alcaldesa suplente de Tijuana que dejó Morena con el éxodo bonillista junto con su padre Juan Guillermo Ruiz Hernández, exfiscal del estado en la administración de Jaime Bonilla.

Debe decirse que MC en Baja California no es lo mismo que MC en el resto del país, pues aunque BC es frontera norte, su demografía y los intereses de la misma son muy diferentes al resto de los estados fronterizos, por lo que el "efecto fosfo fosfo" no ha terminado de pegar, en especial cuando sus últimos dos candidatos a la gubernatura del estado ya se encontraban en la tercera edad, incapaces de conectar con la base juvenil del partido (Héctor Osuna Jaime compitió en 2019 con 62 años de edad, consiguiendo 55 mil votos o el 6.6 por ciento de los votos y el propio García Lizardi de 80 años en 2021 con 24 mil votos o el 2.20 por ciento de la votación total)

Aunque estos números por si solos no muestran que la posible alianza entre Acción Nacional y Movimiento Ciudadano en el estado pudiera ser muy fructífera, es claro que un sector del blanquiazul considera que es suficiente para conseguir espacios estratégicos, como más curules en el congreso local y el federal, así como ayuntamientos que le ha costado a Morena mantener, como son los de más reciente creación, San Felipe y San Quintín.

Sin embargo, hay quienes dudan de esta alianza debido a la relación de Gustavo Sánchez con "Kiko" Vega, de quién fue cercano aliado por mucho tiempo y cuyo grupo político han tratado de reducir en el partido desde su derrota electoral. Quienes no ven con buenos ojos la alianza también son panistas de cepa que tienen la misma opinión del joven Colosio que muchos priistas de antaño, que su falta de carisma, inexperiencia y siempre cambiante posición en MC lo vuelve en un cero a la izquierda cuando realmente cuenta.

Colosio ha visitado una vez Tijuana desde el cisma en Movimiento Ciudadano, decidiendo no comentar al respecto, pero nuevamente acompañado por aliados del senador Sánchez y de Ruiz Mcfarland. La imagen de Colosio por si sola no será suficiente para ganar votos en BC, pero su cercanía con la dirigencia nacional es considerada por algunos como una herramienta útil en las negociaciones por venir.

Esa es la pelea actual en Acción Nacional Baja California, entre la vieja escuela que desea regresar a las bases y cuadros más recientes (pero no por eso nuevos) que buscan una alianza clave para alcanzar más escaños. Por el momento la dirigencia nacional permitirá a los bandos estructurar sus proyectos a futuro, a la espera de poder declarar un ganador, sin tener que intervenir en la trifulca, abonando a las divisiones que ya existen en el partido local.