
El reciente carrusel de cambios en el gabinete del alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño Ruiz, ha dejado claro que la administración municipal está en un proceso de reajuste constante, por alguna razón que aún se mantiene en incógnita. Con la salida de figuras clave como José Luis Pérez Canchola, José Luis Villasana Beltrán y Luis Fernando Palafox Ávila han aumentado los cuestionamientos, sin dejar de lado que el propio presidente ha señalado que estos no serán los últimos ajustes en su equipo de trabajo.
Fue durante su conferencia matutina del 6 de febrero, en donde Burgueño reveló que, pese a los cambios ya realizados, se seguirán tomando decisiones para "fortalecer el esquema" de su gobierno, aunque no especificó las áreas en las que se producirán dichos ajustes. Esta falta de detalles deja abierta la puerta a especulaciones, que sugieren que el alcalde podría estar buscando ajustar su gabinete ante lo que podría interpretarse como tensiones internas o un cambio en la estrategia de gobierno de frente a la emergente alerta migratoria que el gobierno tanto estatal como municipal se ha esforzado en rechazar.
Lo que es innegable es que estos cambios parecen tener un propósito más profundo que un simple ajuste superficial. La salida de José Luis Villasana, quien fue abruptamente reemplazado sin una explicación clara, y la reubicación de Palafox en la Secretaría de Seguridad, apuntan a un enfoque hacia la reorganización de áreas clave dentro del gobierno local.
Asimismo, no se puede pasar por alto el caso de José Luis Pérez Canchola, quien, tras acusar desacuerdos con el secretario general de gobierno, Arnulfo Guerrero León, dejó su cargo en la Dirección de Atención al Migrante. Su salida, mucho más polémica y cargada de denuncias, refleja un ambiente político tenso que podría estar afectando la cohesión del equipo de Burgueño.
Conjunta Jesús Ruiz Uribe a la clase política de Baja California
No obstante, paralelo a lo anterior hubo una sorpresiva reunión con la clase política de BC en el cumpleaños del delegado de Bienestar, Alejandro Ruiz Uribe en donde se pudieron ver figuras como Carlos Torres Torres que tras su reciente afiliación a Morena se rumora buscará un espacio en los comicios de 2027, algo de esperarse para quienes siguen de cerca el devenir político de la ciudad, aunque la gobernadora de BC, su esposa Marina del Pilar asegure no está en sus planes, sugiriendo que el antes panista "se enamoró del proyecto", así como en su momento se enamoró de ella.
"Además que les sorprende tanto pues es si mi esposo, es como natural que se afilie a este movimiento en el que ya estaba participando (...) yo también me reafilié", agregó la mandataria en su última mañanera.
No obstante, no parece coincidencia que estos cambios sucedan casi simultáneamente sugiriendo una depuración de los históricos de Morena dejando dentro solo a aquellos que respondan idóneamente a quien convenga.
Finalmente, y regresando a los cambios en el gabinete de Tijuana, si estos se deben únicamente a una necesidad de ajustar perfiles, como sugiere Burgueño, es necesario que la ciudadanía reciba más claridad sobre las razones detrás de cada remoción o reubicación de funcionarios, pues de lo contrario se genera una percepción de inestabilidad y desorganización, lo que no favorece la imagen de una administración sólida que tanto se presume.
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