Para contar los sucesos está el periodismo. Los políticos edifican su carrera sobre la base de ese talento tan poco usual de anticipar movimientos, para desde allí encabezar la vanguardia. Así se construyen los liderazgos, y así surgen también los más excepcionales artistas. Ellos no corren la realidad desde atrás, la jalan desde adelante.

Y quizás bajo ese anhelo de anticipación, en el círculo rojo de México ya empezó un juego nervioso, casi desesperado, por saber cómo terminará una votación que todavía no inició. Las pláticas en los Comités Ejecutivos Nacionales de los diferentes partidos son por momentos llamativamente similares.

Esta elección medirá, antes que nada, la potencia de la 4T frente a sus adversarios. La mayoría en San Lázaro es la madre de todas las batallas para López Obrador, incluso por encima de algunas gubernaturas que en la intimidad parece estar dispuesto a perder.

Algunos de los colaboradores más cercanos de Palacio -que por cierto ya iniciaron su mudanza- explican que AMLO nunca tuvo una fijación por el Congreso. En su mirada del poder no aparecen los parlamentarios como actores centrales de la transformación. "Pero tampoco les va a regalar a sus adversarios uno de los tres poderes, para que desde allí puedan minar su segundo trienio", resume uno de estos funcionarios.

En el círculo rojo de México ya empezó un juego nervioso, casi desesperado, por saber cómo terminará una votación que todavía no inició. Las pláticas en los diferentes partidos son por momentos llamativamente similares.

En las dirigencias, en cambio, cada gubernatura puede significar continuidad o ruptura para sus propias carreras. Y así, como atrapados en un pantano, las conversaciones se repiten obsesivamente. ¿Cómo presentar los resultados para que luzcan como victorias? ¿Cuántas gubernaturas garantizan la continuidad de los que hoy encabezan los CEN?

El caso de Mario Delgado es paradigmático. El proceso de definición de las candidaturas lo dejó muy golpeado puertas adentro. A la mancha indeleble por su defensa a Salgado Macedonio, se le suma el descontento de varios morenistas. Layda Sansores lo culpa por no operar en Campeche, Raúl Morón por no haberlo defendido como a Félix, Barbosa directamente dice que no sabe conducir el partido. Ni hablar de Los Puros, para quienes Delgado es un intruso.

Cuartoscuro

La lista es larga, y la mayoría de esos enojados espera un tropiezo de Delgado, un deseo que fue creciendo en los últimos meses, a medida que Morena pasaba de tener al menos una decena de nuevos gobernadores en el bolsillo, a pelear de forma competida la mayoría de esas entidades.

En las cuentas que hace el equipo de Delgado -y que desde luego habrá que confirmar el día de la elección- sólo Baja California, Nayarit y Sinaloa se ganarán de forma muy holgada. En Colima, Guerrero, Tlaxcala y Zacatecas aún tienen una ventaja interesante, pero ya no en la categoría de victorias arrolladoras. Chihuahua, Michoacán y Sonora se cerraron en las últimas semanas.

Esa misma ansiedad transita Marko Cortés, que tiene dos grandes apuestas en estos comicios. Maru Campos, en Chihuahua, pelea voto a voto contra el morenista Juan Carlos Loera. Tere Jiménez es la otra apuesta -para 2022-, y su delfín en la alcaldía de Aguascalientes parece aventajar a Morena.

La dinámica en ambas jugadas es idéntica: Cortés se lanzó contra los gobernadores salientes, Javier Corral y Martín Orozco, a quienes les bloqueó la sucesión. No hace falta aclarar cómo jugarán estos mandatarios el día de la elección. ¿Qué ocurriría con Marko si esas dos grandes apuestas fallan? ¿Podrá colgarse la medalla de Querétaro y Baja California Sur? Quizás para las cámaras de televisión, pero no para sus oponentes internos.

Marko se lanzó contra los gobernadores salientes, Javier Corral y Martín Orozco, a quienes les bloqueó la sucesión. No hace falta aclarar cómo jugarán estos mandatarios el día de la elección. ¿Qué ocurriría con Cortés si sus dos grandes apuestas fallan?

Esos nervios en Marko esconden otra novedad: Jorge Romero se muestra muy envalentonado por estos días. Argumenta que varias de sus apuestas podrían ganar en la Ciudad de México. ¿Se animaría a lanzarse frente a esa eventual debilidad de Cortés, un histórico aliado en el PAN? Quien sí abrirá fuego es Felipe Calderón, convencido de que Margarita ya lidera el Distrito X de la Ciudad.

En las oficinas de Alito no hay paz. Campeche siempre fue el gran objetivo para poder mantener la dirigencia del PRI. ¿O no llegó al CEN bajo el argumento de que él sí sabía operar en territorio? Las encuestas muestran a su candidato al menos 4 puntos abajo de Morena y MC. El día de la elección tendrá que desplegar toda la estructura. Miguel Riquelme mira desde el norte todo el proceso. ¿Posible relevo?

En Movimiento Ciudadano también sacan cuentas. De algún modo, Samuel García viene a romper con la hegemonía de Enrique Alfaro. Ahora habrá dos gobernadores naranjas, o quizás tres, si Eliseo Fernández logra imponerse en Campeche. Todos descuentan que Dante Delgado volverá a encumbrarse como el fiel de la balanza.

Con dos eventuales nuevas gubernaturas, Clemente Castañeda sería sin dudas uno de los dirigentes ganadores. Pero paradójicamente, por su cercanía total con Alfaro, debería consensuar apoyos con los nuevos mandatarios de MC si quiere reelegirse en la dirigencia.

En apenas unos días, con los votos ya contados, arrancará la batalla narrativa de los vencedores y los vencidos. Es posible que el domingo a la noche exista la tentación unánime de celebrar. Como sea, la propia ebullición de los partidos terminará por demostrar si las dirigencias salieron fortalecidas o necesitarán relevos. Porque, al final,  por mucho que jalen desde adelante, a veces la realidad caprichosa se impone.