El macrismo se incorpora a las desilusiones argentinas. Más deuda, más inflación, menos salarios. No tuvo primavera, tablita, ni 1 a 1. Dolor y grieta, anti kirchnerismo, pasión de minorÃas. |
Cuando se cumple una nueva "desilusión argentina", su peso, su caÃda, cae sobre todos, no sólo sobre aquellos que lo sostuvieron, que creyeron, que votaron. Las ilusiones son exclusivas, las caÃdas son democráticas. Escuchen ese ruido. Es el ruido de lo que estamos arrastrando: el macrismo al galpón argentino de los fracasos. ¿Era el fracaso que faltaba? Hay algo que intuÃamos: que iba a hundirse porque tenÃa en su bolsillo la vieja fórmula, ese espejismo, ese "abrirnos al mundo", salir de la argentinidad de "vivir con lo nuestro". Pero lo escuchamos todos: el personal de maestranza arrastra los restos al galpón. Un minuto de silencio.
Se cumplieron cuarenta años de un disco fundamental: "La grasa de las capitales". Serú Girán, 1979. El presidente era Jorge Rafael Videla. Revisás la tapa y sólo podés concluir que el dÃa que salió la aduana de la censura era una garita abandonada: ¿cómo se les pasó por alto tamaña burla? El estado de GarcÃa era notable, el disco organizaba su poética alrededor de la palabra paranoia ("Despertar asà es como herirse con la propia destrucción", cantaba), pero comenzaba a incluir de modo cada vez más directo un clásico: la crÃtica a la polÃtica económica. El Garage de Joe: la economÃa de MartÃnez de Hoz. Algo que se permitÃa desde ClarÃn hasta el diario de Massera (Convicción). El "permitido" de la censura parecÃa aceptar la discusión de la gestión económica, porque esa era la fisura y el núcleo de hierro de la interna del "Proceso". De lo que no se podÃa hablar era de la represión, es decir, de aquello que construÃa las "condiciones" para esa polÃtica económica. De lo que viste en los jardines.
Pero el liberalismo argentino siempre fue una lengua de la calle. No fue popular por lo que decÃa, fue popular por cómo lo decÃa. "Deme dos", "uno a uno", la tablita, cuotas, imágenes plastificadas de familias en la cola del consumo. Osvaldo Granados, Julio Ramos, Juan Carlos De Pablo, Carlos Melconián, economistas que hablan como esos taxistas que te siguen la conversación cuando ya pagaste, se cuelgan los anteojos y hacen fácil lo difÃcil, dos más dos son cuatro, nadie gasta más de lo que gana, el Excel del sentido común. El acento de barrio no les sale mal. Pero en el corazón habita lo de siempre: el proyecto de desperonizar la sociedad. Cito a Claudio Scaletta en un artÃculo de buena sÃntesis: "en economÃas sindicalizadas no hay ‘tipo de cambio de equilibrio competitivo y estable' sin la contrapartida de la destrucción del mercado de trabajo". El objetivo se llama flexibilización laboral.
Pero lo que está en el centro del problema: la "plata dulce". El Banco Piano, las financieras, la pizarra, las cuevas. -¿Adónde vas? -A comprar dólares al centro. Durante el "Proceso", ¿quién puso las patas en la fuente? El dólar. Pero ni con picana, ni llevándose puestos el sindicalismo peronista, pudieron sostener ese "modelo" que se devoró a sà mismo: deuda, desocupación, inflación. Eso, además de los desaparecidos, se puso sobre los hombros el viejo AlfonsÃn cuando abrió la casa embrujada de Balcarce 50 el 10 de diciembre de 1983.
Volvimos al Mundo
"Mundo" y "modernidad" son conceptos que usufructúan a su modo y que no les pertenecen. Granero o supermercado del mundo, esa Argentina "abierta", finalmente funcionó para la fuga. La histórica "generación del 80" quiso (y pudo) construir una Argentina que usaba el mundo (los términos del intercambio) para hacerla. La idea de "mundo" y "modernidad" de Cambiemos pareció promover más una disolución de la Argentina en el mundo, y una disolución contra nuestra propia excepción. Cuando Macri se burlaba de la inflación que tenÃamos en 2015 (que consideraba un problema fácil de resolver) y la comparaba con la inflación de la región también podÃa "burlarse" de nuestras otras virtudes: nuestra clase media, nuestra aristocracia obrera, las excepciones que confirman la regla de un paÃs más justo.
Las modas de "apertura", ¿funcionan? Un ratito, un poquito, a costo altÃsimo. Funcionó con Menem y su ficción estatal del 1 a 1. Menem era una máquina de conducción polÃtica (entendÃa que menos Estado no era menos polÃtica). Y nadaba además en otro ecosistema, el mundo de la década del 90, el cual interpretó a la perfección.
"La grasa de las capitales" enarboló en 1979 las postales de una "nueva juventud" pacificada a palos y arrojada a los brazos del mercado. El disco es un documento contra la "civilización" insertada con fórceps cuando la dictadura atenúa su represión y comienza a esbozar la "vida" que imagina para la sociedad argentina: de casa al mercado y del mercado a casa. La adhesión tras la derrota de quienes quisieron hacer la revolución: una vida madurada al sol del consumo, con farándula, diversión e importación de chucherÃas electrónicas. Un par de discos después (Peperina, 1981) Serú Girán cantó "José Mercado", y ya era el fin de la metáfora. La banda más popular durante la dictadura le toma el pelo a su polÃtica económica. Los sociólogos Mariana Luzzi y Ariel Wilkis publicaron recientemente una ineludible historia del dólar ("El dólar. Historia de una moneda argentina, 1930-2019") que reconstruye la popularización de la moneda verde. Allà remontan ese momento de esplendor: la tablita de MartÃnez de Hoz. Más de un millón de personas fueron a ver la pelÃcula "Plata Dulce" en 1981.
La excepción argentina
Querido diario del lunes: parece que no hay forma de hacer "eso" que quisieron hacer tampoco en democracia. Sacrificio del presente para un futuro venturoso. La Argentina persiste obstinada en sus excepciones: demasiada clase media, demasiada sindicalización, demasiado campo, demasiada industria. Es el viaje del salmón en el rÃo de la Historia. Sociedad y Estado, asunto nunca separado.
El macrismo fue un gobierno democrático que no pudo hacer pie en ninguna forma del presente, hubo más deuda, más inflación, menos salarios. No tuvo primavera, tablita, ni 1 a 1. Dolor y grieta, anti kirchnerismo, pasión de minorÃas. Y ahà vimos su plaza de este 24, porque el macrismo fue un hijo de las plazas: las de 2001 contra la clase polÃtica, las de 2008 contra el kirchnerismo, el 8N de 2012 contra el cepo al dólar, y asÃ. La fórmula de oposición de la oposición vendrá con plaza de despedida, macrismo resistiendo con aguante, dice el fino humorista Tomás Rebord. Macri promoverá la plaza que Alberto Fernández ya no precisa con su caudal rotundo de votos. La polÃtica funciona en esta crisis económica sin crisis de representación, la "audacia popular" caminó con el sobre a las urnas. "¿Estamos por primera vez en una profunda crisis económica que no es una crisis del sistema polÃtico todo sino de gobierno y donde la reacción social no es rompamos todo sino votemos distinto?", tuiteó la periodista Ayelén Oliva el lunes después de las elecciones. En aquel 2001/2002 los equipos del Fondo se daban hasta el lujo de visitar organizaciones sociales en medio de ese hormiguero pateado. Hoy se sientan con el candidato más votado. Cambiemos estaba Ãntegramente preparado para todo menos para una oposición sensata, que se desengrietó a sà misma, y que tiene, como tuvo Alberto Fernández la noche de su primer triunfo, mensaje hasta para los que "no lo votaron".
Mauricio Macri es un hijo de la democracia. Lo sabe y lo mastica. Pero el dÃa después de la derrota Macri fue Macri. No fue un polÃtico. Aunque todos los polÃticos tienen un dÃa asÃ. Macri no lo podÃa creer. Pero lo tuvo que creer. Salió con los tapones de punta a confirmar los cientos de prejuicios que se amasaron a su sombra. Recuerda el periodista Mario Wainfeld que el papa Juan Pablo II sufrió un atentado que casi le cuesta la vida. Como todo papa, vivÃa forzado al manejo de un puñado de idiomas, por lo pronto el italiano, y muchos recordamos que supo también esbozar el español. El dÃa que le dispararon, mientras su vida empezó a colgar de un hilo, esto subraya Wainfeld, gritó en polaco. En polaco. En su lengua madre. El dÃa después de la derrota, mientras su carrera y su futuro polÃtico empezaron a colgar del hilo, Macri habló en su lengua: la de su clase. Macri se irá gritando en polaco.
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El amigo Byun es de corea pero por suerte no del centro...jaja.
Me encantó ver la peli melancolia en clave del byun de "la agonía del eros". Abrazo peronista
Sinceramente está en mí mesa de loooozzzz.
No sé si lo voy a terminar de leer, soy sincera tooo....prefiero a Byung-Chul Han " La sociedad del cansancio "
Cuánta - s e n s i b i l i d a d - te falta
1- El macrismo fue un gobierno democrático que no pudo hacer pie en ninguna forma del presente, hubo más deuda, más inflación, menos salarios.
2-Cambiemos estaba íntegramente preparado para todo menos para una oposición sensata, que se desengrietó a sí misma, y que tiene, como tuvo Alberto Fernández la noche de su primer triunfo, mensaje hasta para los que "no lo votaron".
Y El final fue exquisito.
Felicitaciones.
El zapato que dice que por qué no dijiste no sé qué al comienzo de este gobierno, no tiene idea de quién sos ni qué decías en ese momento.
Un abrazo