En tiempos donde las cifras de la pobreza alcanzan al 46% de los hogares de una provincia tradicionalmente pujante y productiva, en donde la tasa de desempleo supera por 3 puntos a la media nacional y en donde la epidemia sanitaria pareciera no tener cauces que la contengan, el oficialismo cordobés y un pequeño puñado de legisladores opositores avanzan sin frenos para legalizar el mercado de las apuestas on line.

En la última sesión del año, el próximo miércoles 29 de diciembre, y con apenas dos reuniones de comisión para debatir el tema, está tomada la decisión de aprobar una norma que castigará aún más a los sectores más desfavorecidos de la provincia, como señala la Pastoral Social cordobesa, quitándoles sus pocos recursos y devolviendo pequeñas sobras de este colosal negocio a unos pocos hogares.

Los promotores de este despropósito son los cuatro legisladores del PRO y un legislador radical. Subyace entre el resto de los legisladores opositores la pregunta acerca de cuáles son los intereses reales que han llevado a este pequeño grupo de legisladores a impulsar esta norma que beneficia a los futuros licenciatarios de esta rentable actividad y al gobierno provincial pero que seguramente perjudicará a la mayor parte de los cordobeses. La segunda reflexión se vincula con el tipo de oposición que algunos actores de la política cordobesa proponen, liberando al oficialismo de impulsar medidas con altos costos políticos.

La antes mencionada Pastoral Social, el Consejo Pastoral Evangélico, los partidos UCR, Coalición Cívica, Partido Nuevo, Frente Cívico, Encuentro Vecinal, numerosos intendentes y movimiento sociales, entre muchos otros actores, han elevado sus voces en contra de este proyecto, el que no obstante se aprobaría con el brindis de fin de año, sin una adecuada discusión parlamentaria y con el freno a la participación en las comisiones de los medios de prensa y de la ciudadanía, una medida del oficialismo que nos hace retroceder más de veinte años en términos de transparencia, acceso a la información pública y libertad de expresión.

Decimos en el título de este artículo que en Córdoba el juego le gana a la decencia porque hace quince meses que presentamos un proyecto de "ficha limpia" para garantizar que los candidatos a cargos electivos, ejecutivos y partidarios no tengan condena por delitos de corrupción o delitos vinculados con derechos humanos, género, minorías, discriminación, entre otros. Este filtro o barrera para que sólo los decentes ocupen los lugares de representación popular ha sido dormido por el peronismo de Córdoba por segundo año consecutivo. Ante el trabajo incansable de legisladores y del movimiento ciudadano Ficha Limpia, accedieron a tratarlo en comisiones. Llevamos semanas y semanas, con desfiles de expertos e invitados especiales, pero se niegan a despachar el proyecto.

Mientras tanto a las apuestas on line se las debatiría y aprobaría en el tiempo récord de siete días corridos en el tiempo que media entre Navidad y Año Nuevo.

En consecuencia, en esta Córdoba actual legalizar las apuestas del juego es mucho más importante que la decencia. En esta Córdoba, una provincia orgullosa de su historia y su pasado, ya no hay distancia, en cuanto a sus indicadores socio-económicos, de provincias como Formosa, Chaco o Santiago del Estero. Lamentablemente, en términos de mínima calidad institucional también somos cada día más parecidos.