
Si la economÃa es lo que este gobierno vino a resolver, también es su principal amenaza. |
La economÃa sigue siendo una de las variables más influyentes en el comportamiento electoral. Un estudio reciente de Colin Lewis-Beck y Nicholas Martini, basado en encuestas realizadas durante casi cincuenta años, demuestra que, incluso en contextos altamente polarizados como el de Estados Unidos, los votantes tienden a castigar o premiar al oficialismo según su percepción de la situación económica. Lo interesante es que estas percepciones no surgen únicamente del sesgo partidario: también están fuertemente vinculadas con indicadores objetivos como el crecimiento del PBI, la inflación o el mercado bursátil. De hecho, el estudio muestra que si un votante percibe que la economÃa empeoró, la probabilidad de que apoye al candidato oficialista se reduce en un 20%. AsÃ, pese a que la identificación partidaria sigue siendo un factor determinante, los datos confirman que la economÃa real todavÃa importa.
La promesa de campaña que consagró a Javier Milei como presidente se centró en estabilizar la economÃa. Esto significaba frenar la escalada inflacionaria, pero también aquietar al indomable objeto de deseo y temor para los argentinos: el dólar. A casi dos años de su triunfo, puede considerarse que el respaldo de la opinión pública se sostiene exclusivamente en los resultados y en la falta de alternativas viables en la oposición. A pesar de que siete de cada diez argentinos afirman no vivir mejor que hace un año, la mayorÃa de los encuestados sigue apoyando a Milei, principalmente porque consideran que lo anterior -Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández- fracasó. En el último año, la inflación ha venido descendiendo y el dólar se ha estabilizado. Además, la oposición no logra articular una opción más seductora que se proyecte con fuerza hacia el futuro.
Si la economÃa es lo que este gobierno vino a resolver, también es su principal amenaza. Más que la inflación, lo que incide en la imagen positiva de Milei es el precio del dólar. La moneda estadounidense funciona en Argentina como un indicador emocional y simbólico extremadamente potente: cuando sube, se percibe inestabilidad; cuando baja o se estabiliza, se genera una sensación de control, que puede traducirse en mayor apoyo al gobierno (al menos por un tiempo). En el siguiente gráfico pueden observarse dos lÃneas: la violeta representa la imagen positiva de Javier Milei entre enero de 2024 y marzo de 2025; la verde, el precio promedio mensual de venta del dólar blue, con un desfase de dos meses, que es el tiempo estimado en que impacta en la percepción presidencial. La correlación entre ambas variables es moderada (r = -0,51; p = 0,078), lo que indica que cuando sube el dólar, la imagen presidencial tiende a bajar, y viceversa.
Con el año electoral en marcha, el precio del dólar es una de las variables más relevantes para lograr un resultado positivo en octubre. Los electores están buscando resultados. Hartos de opinólogos o de diagnósticos sobre una mala vida que ya conocen y padecen, los votantes reclaman mejoras concretas en su calidad de vida. Si bien pocos afirman estar mejor que hace dos años, la mayorÃa reconoce los resultados obtenidos por la gestión Milei y conserva expectativas positivas sobre el futuro. Sin embargo, el gran interrogante de los próximos meses -sobre todo si la inflación o el dólar no logran mantener su tendencia a la baja- es a quién le adjudicarán la responsabilidad y qué decisión tomarán finalmente en el cuarto oscuro.
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