Seguridad
 La videoteca del terror
Por Jorge Luis Vidal
Se multiplica la criminalidad en el terreno que libera la falta de un Plan de Seguridad tanto nacional como provincial, una política de Seguridad pública y no política con la Seguridad Pública.

Recuerdo hace unos años atrás, cuando en familia nos reuníamos los sábados a la noche para ver "una película" en VHS, alquilada en los video clubes de barrio que ya no existen, con asado y picada de fiambres y bebidas varias como excusa de juntada.

Todos nos nucleábamos a ver en aquellos televisores aparatosos, ni Smart ni HD, que, aunque ya de color en esos momentos no tenían punto de comparación de calidad de imagen y prestaciones de los actuales.

Por suerte todo evoluciona. Bueno, no todo.

Entender la Seguridad pública de un Estado no es para cualquiera. Sea político o no, se requierede un conocimiento de la sociedad y su pensamiento; saber y haber estudiado los movimientos delictuales y la transformación con los años de aquellos solitarios delincuentes mutando estos en Bandas de Delincuentes Organizados (BDO); tener una visión clara y profesional de lo que resulta ser la evolución y crecimiento de los clanes de la droga a nivel regional, del tráfico de los múltiples estupefacientes que tapizan nuestro suelo a su paso, de la narco guerrilla, del comercio ilegal en la zona geográfica de responsabilidad y de la captación de nuestros jóvenes para integrar ese "ejército de reserva delictual" a partir de los 13 a 14 años, con muerte o cárcel segura a los 19 como mucho.

Más y más podría nombrar. Conocer de inteligencia delictual y criminal; tener y hacer uso adecuado de las tecnologías aplicadas a la prevención y represión del delito; contar o al menos iniciar el camino para tener una fuerza de seguridad capaz, organizada y profesional en su accionar. Demostrar mando, comando y liderazgo creativo desde el puesto que le toque dirigir. Desde ya, hacer cumplir la Ley sin hacer interpretación política de los códigos que la representan.

Táctica y estrategia. Palabras tan nombradas para todo tipo de acercamiento operacional, tanto en el sector privado como en el público, al llevar adelante acciones para plasmar ideas. Redistribución geográfica de pie de fuerza efectivo acorde a las acciones delictuales y al tipo de delitos ocurridos en diversas zonas de responsabilidad.

Argentina accedió tristemente al puesto 20 en el mundo, entre los países que tienen mayor tasa de delincuencia. Alcanzamos los 62,2 puntos, en una tasa que es el cociente entre el número de delitos reportados y la población del país, multiplicado por 100.000

A principios del mes de septiembre, la Word Population Review estableció que Argentina accedió tristemente al puesto 20 en el mundo, entre los países que tienen mayor tasa de delincuencia. Alcanzamos los 62,2 puntos, en una tasa que es el cociente entre el número de delitos reportados y la población del país, multiplicado por 100.000. La región con más presencia en los 20 puestos principales es América del Sur y Central, con la mitad de los países.

Podría ocupar toda la nota enumerando muchas más cosas que tendrían que estar en el bagaje de quien se anime a ponerse en primera fila como responsable político, es decir ministro o secretario de Seguridad, de una nación, provincia o municipio.

Nada suma a la Seguridad pública que ese audaz elegido para la función tenga título de abogado (nada más alejado que la justicia de la  Seguridad) o que sea militar o que se mimetice de verde, o que se disfrace de capitán América. Se necesita alguien coherente, centrado, lúcido. Audaz, inteligente, honesto si se pudiera y si se lo encuentra. Creíble e idóneo ante todo, cosa esta que no abunda entre la casta política.

De nada sirve tener a alguien a cargo de la seguridad, si su política será la de actuar conforme a sus aspiraciones de ser intendente, gobernador, presidente o dios del Olimpo. Digamos, necesitamos un servidor público, y no un funcionario público.

Nada de lo expuesto pondrá en uso y en funcionamiento operativo desde su cargo ya que, siendo ministro o secretario de Seguridad, no le corresponderá tomar las funciones operacionales de policía.

 Plan de Seguridad se le dice. Hoy carecemos de una en esta gestión gubernamental, tanto a nivel nacional, como a nivel de la provincia más grande de la República

Plan de Seguridad se le dice. Hoy carecemos de una en esta gestión gubernamental, tanto a nivel nacional, como a nivel de la provincia más grande de la República

Hoy, y desde hace un par de décadas, nada de eso se ve en el horizonte. No me canso de repetir, y la cruda realidad lo sustenta, en la provincia de Buenos Aires ningún ministro de Seguridad entregó a su sucesor una mejor policía y Seguridad pública que la que recibió al inicio de su gestión. Vamos directo al foso.

El supuesto plan existente y que se nota en la boca del ministro actor Sergio Berni es el Plan VV: "Vamos Viendo". Compremos móviles patrulla para mostrar gestión. Negociemos con los intendentes, mantengámosles la policía local para sus propios negocios. Horroroso, desquiciado, inútil como única forma de combatir el delito. En la Nación el plan es el VC; "Vamos a Ciegas". Mantengamos los ojos cerrados ante la cocaína que surca nuestro país y que nuestras fuerzas federales ni siquiera huelen con sus perros adiestrados.

Corrupción política, judicial y policial, ideal para el amplio fracaso ante la lucha contra el narcotráfico trasnacional

Dejar en manos de improvisados, como Berni, Sabina, Aníbal (y otros tantos anteriores en la provincia) la seguridad de la ciudadanía es atentar contra la misma población a cuidar. Es como seguir viendo en aquel televisor viejo, con destellos de colores, la ampliada videoteca de terror donde los actores son los delincuentes asesinos y de los vecinos tratando de defenderse y no ser parte integrante de aquellos que lamentablemente fueron camino al cementerio.

Fea película de video VHS para ver en familia. Pero lamentablemente día a día hay cada vez más películas rodadas en localidades del Gran Buenos Aires especialmente. Títulos exitosos como Motochorros I, Motochorros recargado, Motochorros Max, Los Narcos vienen marchando, Atrápame si puedes, etcétera, etcétera, y así sigue la filmografía con la más fuerte candidata al Oscar "Estado ausente, Narco y delito presente".

Política de Seguridad y no política con la Seguridad, un plan de Seguridad y convivencia serían un buen inicio para comenzar a arreglar este desaguisado. 

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