La magnitud de la derrota del gobierno de Ecuador el domingo pasado siembre dudas sobre la continuidad de Guillermo Lasso en el poder. El presidente convocó a al dialogo nacional tras confirmarse la derrota de la opción del NO en el referéndum constitucional que impulsaba al oficialismo pero fue rechazado de manera drástica por la oposición. 

El ex presidente Rafael Correa, gran ganador de la jornada, filmó un video para sus redes sociales en donde afirma que "frente al llamado del presidente Lasso, un acuerdo nacional, no lo podemos aceptar, no es creíble, no es sincero, está repleto de cinismo". 

"Lasso es parte del problema, no de la solución ante la tragedia nacional que vive Ecuador. "La indignación popular es tan grande que claramente el mensaje es: 'Queremos que se vaya a su casa'", planteó en otro tramo.

A su turno, el ex candidato a presidente del movimiento Pachakutik Yakú Pérez, publicó en sus redes: "Asistimos a una kakistocracia con #LassoDestruyoEcuador al otro lado del continente y en otros tiempos Charles de Gualle renunció en 1969 después de perder un referéndum y como él hay más ejemplos".

Revolución Ciudadana de Rafael Correa se quedó con nueve gobernaciones y casi 50 alcaldías mientras que los indígenas quedaron en segundo lugar con 6 gobernaciones. Además, entre el correísmo y Pachakutik logran la mayoría en la Asamblea Nacional. Si logran aliarse con Izquierda Democrática y el Partido Social Cristina, la suerte de Lasso estaría echada. 

Fuente del entorno de Rafael Correa afirman que "Lasso nos trata de terroristas y narcotráficante, avala la persecución y nos demoniza. ¿Por qué tenemos que dialogar cuando la ciudadanía le dio la espalda? Él tiene que renunciar o tendrá dos años muy difíciles". 

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Para la analista y consultora Tatiana Larrea Oña dijo a LPO que "el resultado de las elecciones ahonda la crisis de credibilidad y apoyo ciudadano que arrastra desde hace más de un año. En mi opinión fue un error estratégico del Presidente convocar a un referéndum con tanto rechazo ciudadano (más del 80%) y en momentos en que el Ecuador atraviesa una crisis profunda, producto de sus decisiones gubernamentales". 

"El Gobierno ya viene arrastrando una bajísima popularidad, pero sobre todo una muy deficiente credibilidad que es la base de la confianza, el apoyo y la certeza que un gobernante debe generar en su pueblo. Esta credibilidad se ve afectada aún más con los mensajes contradictorios que ha emitido el Presidente Lasso en estos días posteriores a la elección. Hace un llamado a la unidad, pero inmediatamente se acusa de corruptos a adversarios políticos y miembros de otras instituciones y poderes del Estado. Se aceptan los resultados electorales y por otro se habla de un posible fraude. Todo esto solo genera más confusión y mayor desgaste presidencial", agregó. 

El Gobierno ya viene arrastrando una bajísima popularidad, pero sobre todo una muy deficiente credibilidad que es la base de la confianza, el apoyo y la certeza que un gobernante debe generar en su pueblo

Larrea insiste con que a Lasso "le quedan dos años muy complicados, sin aliados, sin apoyo popular, cercado en sus propias contradicciones. Pero a quien le toca aguantar dos años más crisis es al pueblo ecuatoriano, es el que se llevará la peor parte".

Por su parte, el analista político y profesor de la Universidad Técnica Manabí, Romel Jurado, planteó que la respuesta popular, en el Referéndum y en las elecciones seccionales, ha sido demoledora para el Presidente Lasso. Lo ha sido porque concurren algunas circunstancias: la primera es que el referéndum fue planificado, en julio y agosto de 2022, como una estrategia para recuperar algo de legitimación política y social frente la impopularidad y el desprestigio después de las protestas sociales de junio de 2022 y la brutal represión que desplegó".

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Para Jurado "esa estrategia de legitimación ha resultado fallida para el gobierno y, por el contrario, las acusaciones de falta de liderazgo, de ineptitud y de corrupción contra Lasso se multiplican en todos los sectores, al punto que lideres de izquierda como Rafael Correa, Yaku Pérez y Leónidas Iza, pero también lideres de derecha -que fueron aliados del Presidente- como Jaime Nebot, César Montúfar y Fernando Villavicencio están pidiendo que se active el mecanismo constitucional de la "muerte cruzada", es decir que, se disuelva la Asamblea y se convoque a elecciones generales"

De todas formas, aclara que "es muy poco probable que Lasso renuncie por su propia iniciativa pero puede ser que la Asamblea Nacional intente activar el mecanismo de la destitución establecido en el Art. 130 de la Constitución y, ante ese escenario, el Presidente se anticipe y decrete la muerte cruzada". 

Es muy poco probable que Lasso renuncie por su propia iniciativa pero puede ser que la Asamblea Nacional intente activar el mecanismo de la destitución establecido en el Art. 130 de la Constitución y, ante ese escenario, el Presidente se anticipe y decrete la muerte cruzada

En ese caso, añade, "Lasso tendría seis meses antes de dejar el poder. Período en el que gobernaría por medio de decretos leyes, pues la Asamblea quedaría cesada inmediatamente, y se realizarían elecciones generales en un plazo no mayor a 180 días contados desde que se decretó la muerte cruzada.

"Hay un factor que podría activar con fuerza popular el proceso de destitución del Presidente en la Asamblea Nacional, y es que hay organizaciones sociales que han anunciado procesos de movilización social para fines de mes o principios de marzo", anticipa.

Ante la debilidad y vislumbrando todo estos problemas, Lasso lanzó una serie de iniciativas vinculadas a la seguridad para mejorar su imagen.