El gobierno británico liderado por Keir Starmer presentó el proyecto para nacionalizar los trenes y crear una compañÃa pública para invertir en energÃas renovables y fomentar la creación de viviendas.
Se trata del primer plan de un Gobierno laborista en 15 años en un paÃs deteriorado , marcado por los recortes públicos y los efectos del Brexit.
El Primer Ministro dijo durante el anuncio que "la labor de la renovación nacional no será fácil, y este es sólo un depósito de nuestros planes para los próximos cinco años". "El falso remedio del populismo puede parecer atractivo, pero nos lleva al callejón sin salida de más división y una mayor decepción", agregó.
Los laboristas arrasaron en las elecciones británicas y vuelven al poder tras 14 años
En este marco, el rey Carlos III leyó una lista de 40 proyectos de ley que el Gobierno laborista quiere aprobar en el Parlamento donde el laborismo tiene una mayorÃa absoluta inédita en décadas..
Además de los planes para el transporte, la energÃa y la vivienda, las propuestas legislativas para los próximos cinco años incluyen una nueva unidad del control de fronteras y dar más poderes a la Oficina de la Responsabilidad Fiscal, la agencia independiente del Gobierno que supervisa que el gasto público se haga con los recursos suficientes, y al regulador de las compañÃas de agua, que son privadas y están bajo escrutinio por la contaminación de las aguas y las irregularidades en el servicio .
El Gobierno laborista también recuperará la legislación propuesta por el ex premier conservador Rishi Sunak para ilegalizar progresivamente la venta de tabaco y que se quedó en trámite por la convocatoria de las elecciones generales. En cambio, presentará una ley para deshacer la legislación del Gobierno de Boris Johnson para la amnistÃa por delitos de sangre en Irlanda del Norte, criticada por organizaciones de derechos humanos y denunciada ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por el Gobierno irlandés .
Según explicaron las autoridades británicas, el Estado asumirá la gestión de las lÃneas ferroviarias cuando terminen los contratos de los operadores privados de cada ruta o cuando no cumplan con el mÃnimo del servicio esperado, como ya ha sucedido en varios casos durante los gobiernos conservadores.
En la actualidad, los servicios son privados, pero reciben subsidios públicos para cubrir gran parte de sus operaciones y a la vez tienen a menudo el monopolio por rutas por lo que los usuarios no se benefician de los efectos de la competencia en precio o servicio.
La nueva agencia que creará el gobierno será Great British Railways y estará centrada en coordinar la red ahora muy fragmentada y desplegar un nuevo sistema de precios más sencillo y con más descuentos. Los trenes en Gran Bretaña están dañados en su infraestructura con un servicio caro y plagados de retrasos y cancelaciones.
A su vez, el Partido Laborista prometió en campaña promover la construcción de un millón y medio de viviendas en los próximos cinco años, un objetivo ambicioso que hasta ahora ningún gobierno ha logrado.
Starmer pretende hacerlo simplificando las reglas para la construcción y dando más poder a los ayuntamientos y autoridades regionales para que levanten lÃmites de obras en zonas clasificadas como "cinturón verde", áreas que han resistido a la urbanización y que, en parte, incluyen campos, fincas y bosques.
Los gobiernos locales volverán a tener objetivos obligatorios de vivienda, convertidos en meras recomendaciones en 2022 por el Gobierno conservador. A partir de ahora habrá multas para los ayuntamientos que no cumplan con las necesidades de su comunidad.
La bronca también puede ser de izquierda
Uno de los obstáculo que tendrá el gobierno será la la escasez de materiales, el aumento de precios y la falta de mano de obra tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Por último, tal y como prometió en campaña, Starmer creará una empresa pública con sede en Escocia para invertir en proyectos de energÃas renovables e innovación en este campo.
La creación de Great British Energy puede ser un ejemplo del tipo de intervención del Estado que los ciudadanos están dispuestos a apoyar, según la mayorÃa de las encuestas. La popularidad del proyecto también refleja un grado significativo de consenso de la población sobre algunas medidas para luchar contra el cambio climático.
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