
El próximo 6 de junio, el Partido de los Trabajadores elegirá al dirigente que sucederá a Gleisi Hoffmann tras 8 años de gestión.
El partido, fundado en la década de los 80 en tiempos de dictadura por Lula, es una de las fuerzas más importantes del sistema polÃtico brasileño y a diferencia de paÃses como Argentina, cumple un rol fundamental en la construcción de alianzas para la gobernabilidad.
De alguna manera, quien presidente el PT es considerado como un ministro más dentro del esquema de gobierno que lidera Lula. En ese marco, hay cuatro nombres anotados para el cargo: Valter Pomar, el actual vice Washington Quaquá, el experimentado diputado Rui Falcão y Edinho Silva, ex alcalde de la ciudad paulista Araraquara y ex jefe de campaña de Lula en la campaña de 2022.
Silva habló con LPO y dijo que "Lula será candidato en 2026 y va a ganar". Además, asegura que "el PT tiene que escuchar" para estar a la altura de los nuevos desafÃos que propone el contexto internacional y anticipa que "el PT debe prepararse para el perÃodo post-Lula".
-¿Cuál es desafÃo que te propones para presidir el PT?
Creo que el PT tiene que afrontar grandes retos. Mejorar su funcionamiento interno, fortalecer los órganos, preservar la democracia interna y construir cada vez más procesos de toma de decisiones que sean colectivos. Necesitamos un partido que vuelva a priorizar el trabajo de base, que tenga más presencia entre nuestra base social.
Un partido que tenga la fuerza de construir un campo democrático capaz de enfrentar el avance polÃtico del fascismo. Que podamos reelegir al presidente Lula en el 26, avanzando en el proceso de aislamiento de las fuerzas fascistas y manteniendo nuestro proyecto de desarrollo nacional y justicia social.
-¿Qué tiene que hacer para lograr eso?
El PT necesita prepararse para el perÃodo post-Lula, cuando el presidente Lula ya no esté en las elecciones. El sucesor de Lula no será un nombre, será el PT, fuerte, organizado y totalmente en sintonÃa con la sociedad brasileña, con propuestas para los desafÃos.
-Definir los nombres es lo más difÃcil..
Un PT fuerte construirá nombres. Tenemos que formular las agendas del siglo XXI: A) transición energética, Brasil es el paÃs del mundo con mayor capacidad de producción de energÃa limpia. Si el fascismo no reconoce la urgencia climática, las fuerzas democráticas deben reconocerla y tener propuestas para debatir con la sociedad. Trump grita al mundo que no hará transición energética, que el modelo de desarrollo estadounidense ignora la emergencia climática, que seguirán destruyendo la naturaleza, la izquierda tiene que decir que nuestro modelo es diferente, que queremos generar riqueza, combatir la pobreza, pero sin dañar el medio ambiente. B) La democracia representativa está en crisis.
La abstención electoral está creciendo significativamente en todo el mundo democrático. La sociedad ya no cree que votar pueda mejorar la vida. Esto genera un sentimiento antisistema, que es "la levadura de la ideologÃa fascista".
Tenemos que redefinir el concepto de democracia, mostrando su importancia para la vida de las personas. En este sentido, la democracia directa adquiere gran importancia.
El PT necesita participar en esta disputa, defender el presupuesto participativo, los consejos populares e identificar la importancia de la democracia en la vida real. C) También es tarea del PT debatir sobre la seguridad pública. El partido no puede permanecer en silencio ante un problema que afecta a toda la sociedad brasileña. Si no defendemos conceptos fascistas para la seguridad pública, tenemos que tener nuestra propia propuesta. Tenemos que formular, ver qué está funcionando en nuestros gobiernos, tanto en los estados como en los municipios.
Necesitamos tener una propuesta que contemple el uso de nuevas tecnologÃas, monitoreo por cámaras, tótems, etc. Tenemos que tener programas para adolescentes en conflicto con la ley, para aquellos que salen del sistema penitenciario. No podemos permitir que el crimen se apodere de nuestra juventud, asà como no podemos permanecer pasivos ante la reincidencia. La policÃa represiva debe existir, pero con inteligencia se vuelve más efectiva y menos letal. La sociedad necesita recuperar una sensación de seguridad.
D) El PT necesita comprender los desafÃos que plantea la nueva clase trabajadora que se formó a principios del siglo XXI. Las nuevas profesiones, la caracterización de lo que es el trabajo precario y lo que es el emprendimiento, la caracterización de las nuevas formas de sometimiento al trabajo. Son temas importantes para que podamos presentar una agenda de diálogo y organización de los trabajadores que esté en sintonÃa con la realidad social que la caracteriza.
-¿Se puede hacer eso desde la presidencia del PT?
Si soy presidente del PT para el próximo perÃodo, quiero realizar reuniones constantes con nuestra federación (en Brasil, según nuestro modelo de partido, el PT está federado con el PV y el PC do B).
Pero también quiero crear un foro de diálogo con todos los partidos que apoyan a nuestro gobierno. Si fortalecemos el diálogo, la gobernanza seguramente será menos difÃcil. El PT necesita escuchar.
-¿Qué opinás de la gestión de Gleisi Hoffmann en el partido?
Gleisi fue el mayor lÃder de la historia del PT. Dirigió nuestro partido en el peor momento de nuestra historia. Ella tiene mi respeto y admiración. Continuaré con su gestión, por supuesto, preparando al PT para la agenda polÃtica que se impone. Cada momento histórico exige un enfoque diferente por parte del partido.
-¿Cuál es ese desafÃo? Te tocarÃa presidir el partido en medio de la elección del 2026.
En el 26 no tendremos sólo una elección. Será el momento de reafirmar nuestro proyecto democrático contra el fascismo que está surgiendo y organizándose en Brasil. Además, por supuesto, reafirmamos nuestro proyecto de desarrollo nacional y justicia social. Es hora de asegurar la victoria de la integración Sur-Sur. La victoria del proyecto Mercosur. Hay muchas cosas que estarán en juego el año que viene.
El PT tendrá que ser capaz de construir una movilización polÃtica que unifique todo el campo democrático contra las fuerzas del fascismo. No se tratará sólo de elegir, sino también de garantizar la gobernabilidad. Creo que el PT es el partido del presidente, el éxito del gobierno significa el éxito del partido.
-Algunos de tus competidores plantean que debe haber autonomÃa y crÃtica. ¿Es posible?
Tenemos que mantener un espacio intenso de diálogo entre el PT y el gobierno. Cuando sea necesario, el PT tendrá que construir espacios de movilización social, en las redes sociales y en las calles, para brindar apoyo polÃtico al gobierno. Pero también le corresponde al PT, a través de los movimientos sociales y de nuestros parlamentarios, disputar la agenda polÃtica del gobierno, cada vez más caracterizada como un sistema semipresidencialista.
Cuando el Congreso ejecuta 52 mil millones del presupuesto, nuestro "modo de gobierno" es todo menos presidencialismo. Necesitamos luchar por la agenda polÃtica del gobierno, pero tenemos que apoyar al gobierno de Lula de manera inflexible.
-¿Hay alguna duda sobre la candidatura de Lula? ¿Hay plan b?
Lula es candidato en 2026. Goza de buena salud. Él está muy emocionado. Será candidato y será reelegido. La popularidad del gobierno ya está empezando a mejorar, la economÃa va muy bien. Brasil tiene todo lo que necesita para fortalecerse frente a los impuestos de Trump, las tasas de interés tienden a caer en el segundo semestre del año.
Un escenario muy favorable para un gobierno que ha mejorado mucho su capacidad de ejecución y que sabrá capitalizar este escenario. Depende del PT comprender su papel en este proceso. Tenemos que mejorar nuestro funcionamiento como institución y estar en sintonÃa con las grandes demandas y desafÃos de la sociedad.
-¿Qué mirada tienen del proceso de Argentina con Milei? ¿Preocupa por su cercanÃa con Bolsonaro?
Creo que la alianza de Brasil tiene que ser con el pueblo argentino. Los gobiernos van y vienen. La historia es más grande que las elecciones. Esperamos que el pueblo argentino pueda hacer valer su tradición de lucha por la democracia y por la construcción de un paÃs con igualdad de derechos.
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