Lula volvió a insistir que podrÃa ir por la re-elección en las elecciones presidenciales del 2026. El presidente brasileño explicó que lo harÃa para "para impedir que los trogloditas vuelvan a gobernar".
Sin embargo, planteó que "hay mucha gente buena" para presentarse a las próximas elecciones y que buscar la reelección "no es la primera hipótesis". "No quiero hablar de reelección en 2026 porque sólo me queda un año y siete meses en el cargo. Hay mucha gente buena para ser candidatos, no necesito ser candidato", agregó.
Lula sugiere que irá por un nuevo mandato en medio de una crisis polÃtica del gobierno con el Congreso y fuertes cuestionamientos al ministro de EconomÃa Fernando Haddad por la decisión de Lula de seguir perforando el techo de gasto público.
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Lula dijo en un foro de inversores en RÃo de Janeiro el miércoles que el problema del déficit en Brasil será resuelto por el "aumento de la recaudación y la caÃda de la tasa de interés" y omitió revisar gastos. Esto generó una reacción negativa en el mercado que hundió al real al menor valor en 17 meses en relación con el dólar, una depreciación acumulada de 11% en lo que va del año.
Ante esto, el ministro de Lula tuvo que salir a calmar a los mercados y corrigió a su jefe polÃtico al decir que irÃa por una revisión "amplia, general e irrestricta" del gasto público.
Lula viene de una derrota polÃtica en el Senado, donde Haddad sufrió una derrota tras el rechazo de una medida provisional impulsada por el ministro que limitaba la compensación de un impuesto federal para empresas, una decisión que puede generar un impacto de más cinco mil millones de dólares.
En paralelo, el presidente de Brasil volvió a activar la interna con el presidente del Banco Central, el bolsonarista Roberto Campos Neto, a quien Lula acusó de trabajar para perjudicar al paÃs". "Es el comportamiento del Banco Central. Esto es algo inapropiado. Un presidente del Banco Central que no demuestra ninguna capacidad de autonomÃa, que tiene un lado polÃtico y que, en mi opinión, trabaja mucho más para dañar al paÃs que ayudar al paÃs. No hay explicación para el tipo de interés actual", enfatizó el lÃder del PT.
La pelea de Lula con Campos Neto es por la polÃtica de aumento de tasa de interés que el gobierno considera que es negativo para las inversiones productivas y no deberÃa subir más que la inflación.
Además, el presidente brasileño cuestionó que el presidente del Central haya estado en una cena organizada por Tarcisio Gomes da Freitas, gobernador de San Pablo y adversario elegido por Lula para ningunear a Bolsonaro.
"¿Cómo se va a convencer a los empresarios para que hagan inversiones si tienen que pagar una tasa de interés absurda? Entonces, es necesario bajar la tasa de interés, compatible con la inflación. La inflación está completamente bajo control. Ahora, seguimos inventando discursos sobre la inflación. del futuro, que sucederá, trabajaremos en base a lo real", afirmó.
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La contraofensiva bolsonarista con iniciativas conservadoras como la de prohibir el aborto en cualquier instancia (equiparando la legislación con la de los talibanes en Afganistán) o la narrativa de la persecución polÃtica a la disidencia obligan a Lula a seguir especulando con la re-elección en medio de una ausencia fuerte de nombres que garanticen la continuidad.
A favor del gobierno, la última encuesta de DataFolha muestra la estabilidad de la imagen positiva de Lula cercana al 40 por ciento, una caÃda de la imagen negativa y un más del 40 por ciento que considera que tiene expectativa de una mejora económica en lo que queda del mandato.
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