Los militares y Bolsonaro pasan por el peor momento de la relación. Esto vale tanto para los que integran el gobierno como para las Fuerzas Armadas. El punto de conflicto es la gestión misma del ex capitán del Ejército que sigue cayendo en las encuestas, el inicio de un año electoral que tiene a Lula como favorito y el crecimiento del Centrao dentro del Gabinete brasileño.
Sobre este último punto, Bolsonaro dio luz verde para la redacción del presupuesto a la Casa Civil, una suerte de Jefatura de Gabinete con más facultades que está a cargo de Ciro Nogueira, ex senador del Partido Progresista (el mismo partido que presidente la Cámara de Diputados y le da gobernabilidad al Presidente ante los pedidos de impeachment).
La decisión de Bolsonaro molestó a los militares en el Gobierno que pretenden centralizar las polÃticas públicas en el año electoral. Si bien los uniformados redujeron a la mÃnima expresión a Paulo Guedes y toda el ala liberal, la irrupción del Centrao les quitó protagonismo y sobre todo capacidad de decisión respecto de los recursos públicos. "El Centrao va a manejar los recursos con fines electorales. Todos sus caciques necesitan reelegir", comentó una fuente muy calificada a LPO.
Con apoyo de los militares, Bolsonaro busca cambiar el sistema de votación ante el ascenso de Lula
En ese marco, existen movimientos internos pensando en lo que será una casi segura (de acuerdo a los análisis de los militares) victoria de Lula en octubre. Folha publicó un artÃculo titulado "Afastamento de militares de Bolsonaro é sinalização a Lula" (La destitución militar de Bolsonaro es una señal para Lula), en donde detallan tres motivos del distanciamiento:
-La programación de actividades militares hasta septiembre para estar liberados para octubre en caso de violencia por los resultados electorales o algo similar a las escenas del Capitolio en enero de 2021.
-Directrices claras contra las fake news y el negacionismo de Bolsonaro en relación a la pandemia del coronavirus.
-Las crÃticas del presidente de Anvisa, el almirante Antonio Barra Torres, a través de una carta publicada en donde critica a Bolsonaro por no promover la vacunación a los niños.
El punto ahora está en qué relación tendrán con Lula, con quien en la actualidad no existen nexos más allá de las intenciones de Lula de iniciar conversaciones. Según cuentan a LPO fuentes cercanas al ministerio de Defensa "lo que buscan los militares es no perder protagonismo en las decisiones de Estados pero por sobre todas las cosas quieren garantizarse que Lula no tendrá una polÃtica revanchista". Esto está ligado no sólo al arribo masivo de uniformados al Ejecutivo sino también al rol en la previa de la detención de Lula presionado la Corte Suprema por parte del entonces Jefe de las Fuerzas Armadas, General Eduardo Villas Boas.
En ese marco, esta fuente planteó: "Están negociando el retiro de los militares del servicio activo en el gobierno, pero la permanencia de los militares de reserva en los comisionados. Como no hay consenso en torno a Lula, es posible que, ante el descontento social provocado por, por ejemplo, los disturbios policiales con la elección de Lula, haya algún intento de algo como en Bolivia: intentan juramentar a los Presidente del Congreso, por ejemplo, hasta nuevas elecciones". "El problema es que quien fuera a dar el golpe no es racional, está delirando y, dentro del delirio, cree que Lula debe ser extirpado a toda costa", añadió.
Esta maniobra, según la fuente consultada, tendrÃa el visto bueno del Comando Sur de Estados Unidos pero no necesariamente del gobierno de Joe Biden, de mala relación con Bolsonaro. En el lulismo apuestan a que el retorno del ex presidente al Palacio Planalto insertarÃa nuevamente a Brasil en los grandes temas globales y eso tendrÃa el apoyo total de la Casa Blanca.
Lula le saca 16 puntos a Bolsonaro, según una nueva encuesta
De acuerdo con informes en Washington reportados por esta fuente "los militares estadounidenses propagan la noción de que América Latina está al borde de una disipada revolución contra el capitalismo llevada a cabo por partidos izquierdistas de la revolución rosa, corruptos y aliados del narcoterrorismo, beneficiando directa o indirectamente a China y Rusia (además de Irán, por ejemplo)".
La figura clave en este sentido es el comandante del Ejército, el general Paulo Sergio Nogueria de Oliveira, un militar de relación distante con Bolsonaro (no era su candidato en el momento del recambio de autoridades) pero muy lejos de coincidir con Lula.
Según pudo saber este medio, hay interés de los altos comandos y de Nogeria en particular de reunirse con Lula quien ya puso como interlocutores del futuro encuentro a Nelson Jobim, Celso Amorim e Aldo Rebelo, principales asesores en temas militares.
Otras fuentes caminan los cuarteles y reconocen que hay cierto grado de radicalización de algunos sectores militares dicen que "los militares son pragmáticos. Lo que quieren es negociar, mantener privilegios, garantizar la transición de gobiernos de forma pacÃfica y luego ser neutrales ante un eventual gobierno de Lula".
Lula, por su parte, trabaja para generar confianza en los mercados, avanza en el acuerdo con el ex gobernador de centroderecha Geraldo Alckmin como vice y gestiona un acercamiento con militares.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Dos marketineros que quedaran como lo peor d la politica.