La tercera vÃa está sufriendo los efectos de la polarización entre Lula y Bolsonaro. Sus intenciones de construir una alternativa a los extremos se encontraron con los egos de los lÃderes que no quieren resignar protagonismo y con el pragmatismo tÃpico de estos partidos que buscan jugar a ganador.
Los partidos que estaban con esta búsqueda son tres y apuntan a construir la unidad en un acto que se realizará el 18 de mayo. Se trata de Unión Brasil que confirmó a Luciano Bivar, el PSDB de Joao Doria y el MDB de Michel Temer que venÃa instalando a la senadora Simone Tebet.
La idea es unificar una candidatura que se confirmarÃa el 18 de mayo pero ya está dejando heridos. En el PSDB la pelea está entre Doria y el gobernador de RÃo Grande do Soul, Eduardo Leite. El enojo de los "tucanos" con Doria es grande, tanto por el manejo partidario que terminó con un histórico como Geraldo Alckmin como vice de Lula como con lo que muchos consideran que será una derrota en San Pablo después de 30 años. "Doria dejó al partido pegado al bolsonarismo y ahora va a entregar el Estado al PT", contó a LPO una fuente del PSDB enojada con la conducción.
Lula y Alckmin confirman la fórmula presidencial pero un sector del PT lo rechaza
La idea de la candidatura única tiene otros escollos. Union Brasil quiere a Moro en el Senado pero el ex juez sigue financiando encuestas que lo ubiquen entre los presidenciables. Ciro Gomes insiste en encabezar la candidatura y disputarle votos al PT aunque las encuestas hace tiempo que lo tienen clavado en 6 o 7 puntos.
"Moro no puede venir a presidente. Ciro solamente si aceptanlo como cabeza. Y el pelea demasiado para eso", resumió a LPO una fuente que trabaja para el encuentro de mayo. "El acuerdo que Moro hizo con el União Brasil fue de que no serÃa más candidato a presidente para entrar al partido. Si insiste en eso, lo van a expulsar. Viene al congreso", agregó.
Las dificultades en la negociación son notorias y hay quienes consideran que es un esfuerzo demasiado grande para una candidatura que, con suerte, arañará los dos dÃgitos. Por eso, un sector del MDB empuja el acercamiento a Lula y organizó una cena con el candidato del PT. Entre los caciques que se revelaron contra la tercera vÃa aparecen el ex presidente José Sarney y Renan Calheiros, ex presidente del Senado que tejió buenos vÃnculos con el PT en la CPI contra Bolsonaro. Por eso, cenaron con Lula.
Fuentes cercanas a los comensales contaron a LPO que el MDB no quiere prenderse fuego un fracaso electoral que lo debilite ante el nuevo gobierno y quiere volver a aliarse con Lula para recuperar el protagonismo en el Parlamento y negociar lugares en un futuro gobierno.
Lula dijo querer recibirlos con los brazos abiertos y les aseguró que busca una alianza amplia y democrática que pueda resolver los grandes problemas que enfrentará Brasil en material de empleo, pobreza y crisis económica. En el PT, no obstante, recuerdan que el partido de Temer formó parte de la alianza de gobierno hasta que decidieron impulsar el impeachment contra Dilma Rousseff. En ese entonces, el partido controlaba ambas cámaras y contaba con la vicepresidencia.
"Ellos tienen hacerse cargo de la responsabilidad de haber permitido el ascenso de Bolsonaro al gobierno", relató una fuente petista memoriosa pero que defiende el acuerdo. "Es lo que hay que hacer, enfrente tenemos a las milicias y la extrema derecha", amplió.
Simone Tebet, virtual candidata del MDB, no pondrÃa resistencia para bajarse de la candidatura e incluso se baraja un encuentro en breve, dado que ella no estuvo en la cena. No obstante, otra opción es que se presente de todas formas y haga explicito su apoyo para la segunda vuelta.
"La tercera vÃa no existe, son los egos de Moro y Ciro y la pelea interna de los tucanos (denominación con la que se conoce en Brasil al PSDB) entre Doria y Leite. No se entiende que disputan, los dos no llegan al 5 por ciento y están por perder San Pablo después de 27 años", señaló un dirigente de estos partidos que trabaja en el acercamiento con Lula.
La apuesta del MDB es volver a controlar las Cámaras, hoy en manos de aliados de Bolsonaro, pero tendrá su renovación de autoridades en febrero de 2023. "El MDB siempre controló el pulso del debate en el Congreso y vendió gobernabilidad a los gobiernos de turno", señalan.
Los vÃnculos mejoraron en oposición al bolsonarismo, sobre todo con Renan Calheiros (presidente del Senado en tiempo de Lula y Dilma) que integró la Comisión Parlamentaria de Investigación sobre la responsabilidad del Gobierno en la gestión de la pandemia.
En el PT son cautos y empiezan a bajarse de la algarabÃa de pensar que tienen la elección ganada. Por eso, trabajan por ampliar las base de alianzas que le permitan mantener una diferencia considerable en un momento de crecimiento de Bolsonaro.
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Esta candidatura es una locura, y es inentendible.