La asunción de Daniel Ortega a su cuarto mandato como presidente de Nicaragua trajo consigo un nuevo foco de atención con Argentina. Si bien el Gobierno no envió delegación y la presencia se limitó en el embajador, Daniel Capitanich, la oposición argentina cuestionó que la presencia diplomática en el paÃs centroamericano haya significado un aval Mohsen Rezai, vicepresidente de Asuntos Económicos y uno de los acusados de organizar el atentado contra la AMIA en 1994.
Sin embargo, CancillerÃa emitió un comunicado donde "expresa su más enérgica condena a la presencia de Mohsen Rezai en el acto de toma de posesión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega" y planteó que "constituye una afrenta a la justicia argentina y a las vÃctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido el 18 de julio de 1994".
"El Gobierno argentino exige una vez más al Gobierno de Irán la cooperación de manera plena con la Justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes", culminó el escueto comunicado oficial.
Que Rezai haya estado en la toma de posesión de Ortega forma parte del giro autoritario que Ortega viene dando en su polÃtica exterior, cada vez más lejos de Estados Unidos y con crecientes vÃnculos con China, Rusia e Irán.
Fuentes diplomáticas consultadas por LPO hablan de notorio malestar de Ortega por el vacÃo de la mayorÃa de los presidentes de la región en el acto de asunción. "Fueron solamente Maduro, DÃaz Canel y el saliente presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. Es una foto que confirma el aislamiento internacional", analiza la fuente.
Por otra parte, el lugar preponderante de Rezai fue leÃdo por algunos sectores de la diplomacia nacional como una provocación a Argentina dada su postura crÃtica ante el viciado proceso electoral de noviembre que incluyeron candidatos y referentes sociales presos.
Como anticipó LPO, Nicaragua operó hasta último momento para que Argentina no se quedara con la presidencia de la Celac disgustada por las crÃticas del Gobierno. A pesar de ello, la oposición argentina busca interpelar a Santiago Cafiero para que brinde explicaciones porque consideran que la presencia diplomática en la toma de mando deberÃa haber ocurrido.
En el ministerio que conduce Cafiero no contemplan la ruptura de relaciones que implicarÃa la retirada del embajador pero reconocen que la posibilidad de mediar en el conflicto se complica si Ortega continúa con estas actitudes.
En el Palacio San MartÃn dicen que "pasó lo mismo en Bolivia en el 2011 cuando pasó un iranà con alerta roja. Enviaremos nota formal de protesta a Nicaragua, es lo q hay q hacer".
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- 111/01/2218:25Esto solo ya alcanza para someter a juicio político y penal al títere rastrero y cagón.