La guerra entre Lula y el presidente del Banco Central, el bolsonarista Roberto Campos Neto, tiene un nuevo capÃtulo en esta semana con fuertes subas en el tipo de cambio que lleva una devaluación de 18 por ciento en lo que va del año.
Lula no dudó en responsabilizar a Campos Neto y habló de un "juego de intereses especulativos" contra el real en la que el titular del Central "no tiene explicación".
El lunes, Lula dijo que el próximo presidente del Central mirará a Brasil "como es y no como habla el sistema financiero". La respuesta fue un dólar cerrando a R$ 5,6527, el nivel más alto desde el 10 de enero de 2022.
En medio de la pelea, el lÃder brasileño aclaró que "no tiene rendir cuentas ante un banquero o ningún hombre rico sino ante los pobres del paÃs". Campos Neto respondió al dÃa siguiente y señaló que "la interrupción del ciclo de caÃdas del tipo de interés básico tiene mucho más que ver con el ruido que creamos que con los fundamentos de la economÃa".
Ahora la presión está por las medidas que el gobierno debe tomar para frenar la devaluación y que deja al ministro de Hacienda, Fernando Haddad, en un lugar muy incómodo, por ejemplo ante la necedad de negar una eventual reducción del Impuesto a las Operaciones Financieras (IOF) sobre los tipos de cambio que pone nervioso al mercado.
"Aquà en el Tesoro estamos trabajando en una agenda eminentemente fiscal [relacionada con las cuentas públicas] con el presidente Lula para presentarle propuestas para cumplir el marco en 2024, 2025 y 2026", declaró Haddad cuando se le preguntó sobre posibles cambio en la IOF. Actualmente, el tipo de cambio IOF es del 6,38% y para adquirir divisas en efectivo, el impuesto es menor, del 1,1%, y deberÃa reducirse a cero en 2028.
En 2011, el Ministerio de Finanzas ya utilizó las IOF pero para intentar detener la caÃda del dólar. En ese entonces, el funcionario era Guido Mantega en el primer gobierno de Dilma Rousseff, creó un IOF sobre derivados de divisas para contratos en el mercado de futuros. Mantega lo definió como un "peaje" contra la especulación.
Ahora, Haddad afirmó que el equipo económico puede mejorar la comunicación tanto sobre la autonomÃa del Banco Central (técnica para definir el nivel de los tipos de interés y contener la inflación) como también sobre el marco fiscal (medidas necesarias para equilibrar las cuentas públicas).
"Creo que lo mejor es lograr una buena comunicación, tanto en relación con la autonomÃa del Banco Central, como lo hizo el presidente [Lula] esta mañana, como en relación con el marco fiscal. No veo nada fuera de eso, la autonomÃa del Banco Central y la rigidez del marco fiscal es lo que tranquilizará a la gente", planteó.
Haddad confirmó que se reunirá este miércoles con el presidente Lula para intentar avanzar propuestas para equilibrar las cuentas públicas y se encargó de enviar un mensaje a los mercados: "Lula está preocupado. Elogió el marco fiscal, elogió la autonomÃa del BC y es en esta lÃnea que vamos a discutirlo con él mañana. Estos rumores, sinceramente, creo que provienen de personas interesadas".
El origen de la pelea con Campos Neto, además de su simpatÃa con el bolsonarismo, es que Lula y su gabinete consideran que la tasa de interés es muy elevada y afecta el crecimiento del gobierno, restringe el crédito, encarece el precio del dinero y beneficia a la especulación por sobre la inversión productiva.
El presidente del Banco Central termina su mandato en diciembre y en el gobierno esperan designar un funcionario alineadlo con la polÃtica económica de Lula y Haddad.
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Que aprendan de acá que tenemos un banco central total y absolutamente independiente del poder y la disputa política con un funcionario a su cargo que llegó por ser un intachable cuadro técnico y que ni siquiera conoce al ministro Luis Caputo.