Lula sigue tejiendo alianzas con los partidos del Centrao, bloque de centroderecha que maneja la mayoría en la Cámara de Diputados. Es un movimiento lógico en función de la necesidad del presidente electo de lograr una base de apoyo más solida para su tercera etapa en el gobierno de Brasil.

Como anticipó LPO, el líder brasileño preparó una comitiva para negociar con el Congreso liderado, entre otros, por el diputado petista José Guimaraes que ha sido receptor de fuertes críticas. 

En ese sentido, el presidente electo cerró un acuerdo con tres partidos claves como el MDB de Michel Temer, el PSD y Unión Brasil, partido por el que está afiliado Sergio Moro, senador electo y ex juez que metió preso a Lula en 2018. 

Pero el acuerdo más fuerte y complejo de procesar para un sector del Partido de los Trabajadores no es ese sino el que involucra a Arthur Lira, presidente de la Cámara de Diputados y aliado clave de los últimos dos años del gobierno de Bolsonaro. 

"Lula ya no lidera, su gobierno es el de mucha más gente"

La presidencia de Diputados es el cargo más importante después del Presidente. No sólo por la línea sucesoria sino porque maneja los tiempos de los debates parlamentarios, los presupuestos y tiene la llave del juicio político. Lira obtuvo el cargo en febrero de 2021 y reemplazó a Rodrigo Maia, otro peso pesado del Centrao que tuvo dos años de tension con Bolsonaro al comienzo de la gestión. 

El PT no apoyó a Lira que ganó con el apoyo del gobierno y de buena parte de los bloques de centroderecha. Su cargo debe renovarse en febrero de 2023 y lo que se presentaba como una de las primeras batallas políticas para Lula se convirtió en un nuevo acuerdo. 

La presidencia de Diputados es el cargo más importante después del Presidente. No sólo por la línea sucesoria sino porque maneja los tiempos de los debates parlamentarios, los presupuestos y tiene la llave del juicio político.

Lira, además, es del Partido Progresistas que se sumó formalmente al gobierno con cargos claves como la Jefatura de Gabinete de la mano del senador Ciro Nogueira que luego fue coordinador de la campaña de Bolsonaro. Del PP también es el líder de la bancada oficialista en Diputados, Ricardo Barros.

Malestar entre empresarios por la falta de definiciones económicas de Lula

La estrategia de un sector del PT, impulsado especialmente por la presidenta Gleisi Hoffmann, era apoyar a una figura como Luciano Bivar de Unión Brasil a cambio de sumar a este partido al Gobierno pero Lula se encargó de negociar cargos sin necesidad de apoyo para la presidencia de la Cámara de Diputados. De esta forma, el PT terminó confirmando que dará luz verde para la continuidad de Lira que, sin oposición, quedará empedrado y será un jugador clave durante los primeros dos años del gobierno. 

Gleisi Hoffmann, la presidenta del PT luego de una de las reuniones del equipo de transición en Brasilia.

AP

En el entorno de Lula aclaran que esto no es un apoyo al PP, a quien no evalúan sumar al gobierno, sino un acuerdo momentáneo con Lira en pos de preservar la gobernabilidad y la institucionalidad. El enojo de un sector del PT gira en torno a cierta desprolijidad en la negociación y en la idea de que Lira quedará con igual o más poder que el propio Lula.

Lo que necesita el nuevo gobierno del Congreso y de Lira, es la luz verde para aprobar una enmienda constitucional que le permita al Poder Ejecutiva subir el techo de gastos recursos que irían para financiar políticas sociales. Lula fue muy crítico con Lira por el denominado "Presupuesto secreto", una inyección de dinero que Bolsonaro dispuso para sus aliados del centrao a cambio de apoyo. 

Lo que necesita el nuevo gobierno del Congreso y de Lira, es la luz verde para aprobar una enmienda constitucional que le permita al Poder Ejecutiva subir el techo de gastos recursos que irían para financiar políticas sociales

Como sea, el acuerdo está sellado y sólo Lula puede darse el lujo de ignorar a su base para cerrar una acuerdo con alguien que hizo campaña para su adversario. Lira es un hombre que entiende la dinámica del poder y no tuvo reparos en ser el primero en reconocer el triunfo de Lula y reunirse con el presidente electo en Brasilia.

Eso generó el enojo de Bolsonaro que ordenó frenar el envió de dinero lo que queda de su mandato. Es un cambio de piezas que confirma el perfil del próximo gobierno de Lula.