
Lula tiene decidido dar un giro de 180 grados en la relación de Brasil con Argentina. Tras cuatro años de distancia y congelamiento, el presidente brasileño pone nuevamente a su socio histórico entre las prioridades de su gestión.
El lunes aterrizará en Buenos Aires para llevar a cabo su primera visita oficial para relanzar la relación bilateral y anunciar con Alberto un "acuerdo estratégico", cuyos detalles fueron revelados en exclusivo por LPO. Será la tercera reunión de los mandatarios en tres meses, ya que Alberto visitó a Lula a San Pablo al otro dÃa de ganar las elecciones y tuvo un encuentro en Brasilia en el marco de la asunción del lÃder brasileño.
Además del acuerdo que Lula pretende que incluya a todas las áreas y bancos públicos también viene de la mano con la designación de un nuevo embajador "acorde a la magnitud de la relación". Fuentes de Itamaraty consultadas por LPO aseguran que ese nombre se conocerá "en el marco de la gira de Lula en Argentina" y confirman que el presidente de Brasil quiere a Dilma Rousseff como representante diplomática.
"Es el nombre que maneja Lula desde el principio pero la están convenciendo porque ella no está del todo segura de ocupar ese rol después de haber sido presidenta", revela este diplomático brasileño.
Dilma encontró en el retorno de Lula una suerte de reparación a su figura y a su gestión, no solo porque se evalúa retomar algunas polÃticas implementadas en su gestión sino también por lo que significó el juicio polÃtico que terminó con su mandato antes de tiempo.
De todas formas, la ex presidente es una figura antipática para los sectores medios que Lula buscó convencer en el proceso electoral y por eso fue descartada para ocupar ministerios. No obstante, ya en el gobierno el lÃder del PT considera que una persona como Dilma puede representar los intereses de Brasil en el paÃs.
Para conducir la polÃtica exterior, Lula designó a Mauro Vieira, diplomática de carrera y ex embajador en Argentina que Bolsonaro humilló llevándolo a sedes de rango mucho menos porque hacer sido parte de los gobiernos del PT.
Su ascenso es una reparación que en Itamaraty cuentan que serÃa la primera de varias. "No habrá ninguna limpieza ni persecución, sino un reordenamiento que pondrá en valor a muchos funcionarios de carrera que fueron maltratados injustamente", explican.
Por el lado argentino no tienen ninguna información acerca de la posibilidad de Dilma como embajadora pero reconocen que seria una gran opción. Por estas horas, la decision esta en manos de la ex presidenta.
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