Uruguay está inmerso en un nuevo escándalo que complica al gobierno y en especial al presidente Luis Lacalle Pou a un mes de las primarias.
El medio local La Diaria publicó que el presidente uruguayo estuvo al tanto de una operación contra el lÃder sindical Marcelo Abdala que involucra al ex secretario personal de Lacalle, Alejandro Astesiano, condenado por tráfico de influencias y falsificación de documentos.
El chat plantea que Astesiano, con el conocimiento del presidente, solicitó a la Brigada Antidrogas que investigara si el presidente del PIT-CNT (principal central sindical del paÃs) habÃa concurrido a una "boca" de venta de drogas antes de protagonizar un accidente de tránsito en abril de 2022.
Originalmente, los chats forman parte del libro El caso Astesiano: una trama de espionaje y corrupción en la Torre Ejecutiva, del periodista Lucas Silva, que sale a la venta esta semana.
La conversación da cuenta que Astesiano pidió a autoridades policiales investigar un local comercial ubicado donde estuvo Abdala antes del siniestro de tránsito, movimiento que le comunica al presidente Luis Lacalle Pou y este le contesta con una palabra: "Perfecto".
En abril, dos funcionarios de Narcóticos declararon por este tema ante FiscalÃa, donde se analizó la posibilidad de pedir una nueva pericia al celular de Astesiano y acceder a sus chats con el presidente.
Según surge de las conversaciones por Whatsapp que se recuperaron de su teléfono, Astesiano mantuvo informado al presidente Luis Lacalle Pou sobre estos operativos de inteligencia que procuraron, sin éxito, conectar al presidente del PIT-CNT con una supuesta boca de venta de droga. Por estos hechos, dos oficiales de la brigada de Narcóticos declararon en abril de 2024 ante la fiscal de Flagrancia de 12° turno, Sabrina Flores, en calidad de testigos.
La central sindical emitió un comunicado expresando su "profunda preocupación por los hechos señalados que, de comprobarse, constituyen un apartamiento de respeto por el Estado de derecho y lesionan profundamente los valores democráticos".
"La posibilidad de que un activista social sea objeto de pesquisas secretas desde la seguridad presidencial, presumiblemente destinadas a perjudicarlo y que estas estén en conocimiento del presidente de la República, debe ser analizada con mesura y responsabilidad, siendo imperativa la averiguación de la verdad", agrega.
En tanto, el presidente del Frente Amplio Fernando Pereita, planteó que "es evidente que el presidente sabÃa más de lo que dijo sobre este tema". "No puede decir que no sabÃa. El presidente sabÃa que iban a ir a esa despensa porque pensaban que era una boca. Este chat le hace daño a la polÃtica, al presidente de la República. Solo se puede resolver de una manera: diciendo todo lo que sabe", enfatizó.
"¿Por qué se le dio seguimiento a Abdala? ¿Cuáles son los antecedentes que tenÃan para dar seguimiento? Porque lo conozco hace 30 años y no tenÃa ningún problema legal", insistió.
Como publicó LPO en febrero del año pasado, la constancia de los hechos por parte de Lacalle Pou quedó de manifiesto con la filtración de audios que confirman el espionaje de parte de su entorno más cercano, más precisamente Astesiano y un secretario personal llamado Nicolás. Ahora, lo que se confirma es la participación directa del Presidente.
El ex custodio del presidente uruguayo habrÃa utilizado un sistema de inteligencia del Estado para espiar a la primera dama y los senadores del Frente Amplio que denunciaron la privatización del puerto de Montevideo a una empresa multinacional.
Otra figura que queda en el ojo de la tormenta es la ex fiscal Gabriela Fossatti que tuvo que tomar licencia y reconoció que el gobierno "quiso tapar todo".
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