Ecuador atraviesa un grave problema de narcotráfico y violencia. Esta semana se produjo una explosión de una bomba dejó cinco muertos y más de 20 heridos en Guayaquil y en los últimos meses, el país experimenta una oleada de violencia que obligó al presidente Guillermo Lasso a decretar nuevamente el estado de excepción.
En mayo, un auto con explosivos estalló en los exteriores de una Unidad de Policía Comunitaria y en abril otro vehículo detonó frente a la Cárcel Regional de Guayas, ambos sin dejar víctimas mortales. También se detectaron explosivos listos para estallar en entidades judiciales.
Ante este dramático panorama, el jefe de estado tomó la decisión de crear el ministerio de Narcotráfico pero los especialistas consideran que se trata de un parche que no resuelve los problemas de fondo y cuestionan las políticas de ajuste de Lenin Moreno que desmantelaron las áreas de seguridad e inteligencia.
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El ex jefe de inteligencia del Ejército ecuatoriano, el ex coronel Mario Pazmiño, dijo a LPO que "Ecuador se transformó en un santuario del crimen organizado, que ha ido mutando de un país de tránsito a una plataforma internacional de distribución de narcóticos". "Somos considerados uno de los países procesadores de América Latina, ubicados en el segundo lugar por debajo de Brasil en la exportación de cocaína a África, Medio Oriente y Asia", agregó.
El también consultor internacional en seguridad y defensa planteó: "Hemos escalado en menos dos décadas a posiciones sumamente graves sin ser productores. Somos procesadores, que es mucho mas grave todavía y con este panorama, los cárteles mexicanos Jalisco Nueva Generación y Sinaloa o el Clan del Golfo de Colombia anclaron su infraestructura criminal. Ademas, hay que sumar una proto-mafia brasileña que hace dos años opera en ese territorio que se llama Comando Vermelho".
Sobre el Clan del golfo, Pazmiño explicó que "hizo un giro a Ecuador, concretamente en el Departamento de Nariño (en la frontera con Colombia). Esto es así porque entre Nariño y Esmeralda está el 75 por ciento de la cocaína de Colombia. Es un atrayente controlar este tipo de salidas".
"En la frontera con Colombia hay 4 grupos operando: Sinaloa, Jalisco, Clan del Golfo y Comando Vermelho. Se necesita fuerza de tarea conjunta bloqueando la frontera norte y un acuerdo binacional con Colombia para abordar el tema", afirmó.
Por otra parte, Carolina Andrade, analista en seguridad e inteligencia, habló con LPO y dijo que "hay que tomar en contexto que Ecuador se encuentra geográficamente situado entre dos principales productores de cocaína del mundo: Colombia y Perú. El ultimo informe de Naciones Unidas, con registro hasta 2020, habla de un incremento global de producción del 11 por ciento".
"En Ecuador no hay cultivos ilícitos identificados de gran importancia, entonces es una situación que ha existido durante muchos años, los cultivos en Colombia han crecido, están en los mismos niveles que en el 2000 y si se compara con 2013 se ha multiplicado por tres, entonces, el espacio geográfico cumple un rol en la cadena de suministro en las economías criminales vinculados al narcotráfico que significa, principalmente, ser un espacio de paso pero también de almacenamiento, empoderamiento y envío de cocaína a mercados internacionales", agrega.
Para Andrade, se trata de una problemática que estado siempre y para que el Estado siempre tuvo que estar preparado, pero desde 2017-2018, hubo un desmantelamiento del sector de seguridad dado la reducción de capacidades a nivel técnico, operativa, tecnológica y humana, y ahora vemos que no se tiene claro los ejes de inteligencia e investigación de cuales son las prioridades ni se ha invertido en prevención para evitar una situación crítica".
El aumento de los grupos criminales en Ecuador podría incluir al poderoso "Clan del Golfo" de Colombia que estaría aumentado su presencia en territorio ecuatoriano. Sobre este punto, la especialista sostuvo: "No conozco información verificada que permita afirmar que el Clan tenga una influencia dentro del territorio ecuatoriano, lo que sí se conoce es que las organizaciones locales tienen relación con ellos y otras bandas colombianas para coordinar el poder de proveerse de la droga y enviarlo al mercado internacional, es una dinámica que ha existido y ha ido mutando de acuerdo a las organizaciones criminales que han ganado terreno en la frontera con Colombia".
"En el contexto de la firma del acuerdo de Paz, las disidencias de las Farc generaron múltiples grupos que dificultó a las fuerzas de seguridad abordar las acciones, influencia y conexión con otras organizaciones del país. Por eso, no sería descabellado esta conexión con el Clan", añadió.
Andrade critica al Gobierno por "no tener una intención real de abordar las causas de fondo de manera integral, solo lo vemos muy reactivo y reacciona muy desorientado frente a los hechos de violencia y de inseguridad que han incrementado en su intensidad en diversos puntos del país. Nosotros hemos venido hablando sobre la necesidad primero de tomar la decisión política y luego el liderazgo de quienes están a cargo de las instituciones de seguridad". "Hay que priorizar recursos para invertir en prevención, no solamente disuasiva con la Policía y las Fuerzas Armadas sino también que aborde temas integrales, la presencia del Estado en zonas de alta vulnerabilidad con políticas de Salud, Educación, Cultura y Deporte, que sea efectiva para que ese espacio no lo ocupe el crimen organizado", apuntó.
La experta en seguridad e inteligencia destacó en "en paralelo, hay fortalecer las capacidades de inteligencia y de investigación a nivel estratégico, operativo y táctico fortaleciendo capacidades humanes, técnicas y tecnológicas". "Lamentablemente, se desmanteló el área en 2018 y ahora esta muy débil, no provee información al Presidente. Así, el Gobierno solo reacciona frente a os hechos y se responden con parches como el Estado de excepción, hay que cambiar el enfoque e intentar vivir en un Estado de Bienestar", enfatizó.
Carolina Andrade considera que " no podemos hablar de un política de seguridad integral y advierte que Ecuador "sufre una situación económica débil con condiciones de vida degradadas, sobre todo en las poblaciones vulnerables que se relacionan con los focos con más delitos y violencia. 7 de cada 10 ecuatorianos viven en la informalidad, aumentó la migración y la pobreza extrema".
Finalmente, Carolina Andrada, afirmó que "el rol e EEUU y toda la comunidad internacional es clave, necesitamos cooperación internacional y regional, que haya intercambio de información y capacidades. El Departamento de Justicia de reconoció a Ecuador en 2015-2016 por los niveles de incautación de droga".
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